Fernando Alonso llegaba al gran premio de México de Fórmula 1 con muchas ganas de hacerlo bien, ya que este era el momento de cumplir una efeméride con la que seguro que ni soñaba hace 25 años cuando se estrenó con un Jordan en el 'gran circo', y es que cuando se ha apagado el semáforo han sido 400 las veces que ha arrancado un Gran Premio. Y por eso antes de eso le han preparado un homenaje en el que Stefano Domenicali le ha entregado un casco de porcelana y en la vuelta de formación los aficionados mexicanos han desplegado un espectacular tifo en su honor. Sin embargo, ahí se han acabado las alegrías por culpa de su Aston Martin.
Ya avisaba en la previa que iba a tener complicado hacerlo bien, pese a salir en la 13ª plaza, ya que la temperatura en el tráfico le iba a afectar, pero lo inesperado es que lo haya pasado tan mal. hasta el punto de que apenas ha aguantando 16 vueltas antes de retirarse. Aunque eso sí, en líneas generales el ovetense saca el lado positivo del fin de semana. Sobre todo, más de lo hecho en pista, destaca el amor de todos en el paddock, y el "respeto" que le profesan. "Fue bueno sentir eso y tengo un sentimiento positivo de este fin de semana, a pesar del resultado”.
Ya desde el principio, debido al accidente de Albon y Tsunoda, se han complicado las cosas, pero lo había conseguido paliar con su ritmo y las mágicas manos que posee, sin embargo, ha tenido mala suerte cuando los frenos le han fallado y no ha podido salvarlo, hasta verse obligado a abandonar. “La salida fue un poco caótica, pero creo que tomé ventaja para ganar posiciones. Estuvimos bajo control en las vueltas 11 y 12, buscando oportunidades de sumar puntos, pero en la vuelta 13 las temperaturas de los frenos empezaron a no ser seguras”.
No obstante, a pesar de no terminar la carrera, el español cree que tuvo un fin de semana positivo. “Fue un fin de semanas útil por todas las pruebas que hicimos que nos dejaron conclusiones que debemos tener en cuenta. Esperemos regresar fuertes y tener mejores actuaciones". Por lo pronto, vuelve pronto, tanto como dentro de una semana en Brasil, donde aspira a hacerlo bien, aunque ya todo esté pensado de cara a 2025, una de sus últimas balas, porque no está escondiendo en tiempos recientes que a las 400 carreras que lleva les va a sumar como mucho 40 o 50, es decir, que más o menos, le queda hasta el final de 2026, salvo una sorpresa mayúscula.