Las semanas siguen pasando y ya estamos a poco más de tres del regreso del Mundial de Fórmula 1, el cual vivirá su primer gran premio de 2024 en Bahrein entre los días 1 de 3 de marzo. Queda poco y hay un enorme interés en ver dónde se encuentra cada escudería –sobre todo las cinco llamadas a pelear por estar arriba: Red Bull, Ferrari, Mercedes, Aston Martin y McLaren–.
Mientras esperamos a tener pruebas del nivel de las mencionadas marcas, aún colea la decisión de Lewis Hamilton de dejar Mercedes para ser nuevo piloto de Ferrari a partir de 2025, lo cual ha supuesto a su vez que Carlos Sainz sepa ya que en menos de 12 meses abandonará el equipo italiano para iniciar una nueva aventura con otro monoplaza. No mentimos si decimos que tal movimiento ha provocado un auténtico terremoto en el Gran Circo, ya que ahora desconocemos quiénes serán los segundos pilotos de Mercedes y Red Bull para el mencionado año 2025. Y sí, tales prestigiosos volantes son el deseo de prácticamente todos los integrantes de la parrilla, y otros que aún no tienen uno en su poder.
Con tal escenario de fondo, Hamilton se encontró este martes con Fernando Alonso en Jerez. El cometido de tal encuentro no era otro que iniciar las pruebas sobre el asfalto, en este caso centradas en comprobar cómo funcionaban los bólidos con los compuestos que ha preparado Pirelli para el curso venidero. Allí, sobre el circuito Jerez-Ángel Nieto, el asturiano demostró sus ganas, su ilusión en 2024, su deseo de disfrutar y ganar con Aston Martin superan cualquier medida, y es justo ese camino –el de la motivación– por el que Hamilton dio por concluida su etapa en Mercedes.
Hamilton explicó tras el anuncio de su fichaje por Ferrari que necesitaba abrir una nueva etapa y que su paso por la escudería alemana estaba agotado. Sí, Alonso siempre ha dicho que lo primero para competir en F1 es la motivación, y de eso va sobrado en Aston Martin mientras que Lewis ya iba en reserva con el coche que lleva conduciendo desde 2013. Y sí, el español le da la razón en su argumentación.
"Estar aquí significa dedicación total en lo que haces. Estar unidos ahora, enviar también el mensaje a todo el mundo de que estamos aquí, para trabajar 24 horas, siete días a la semana y listos para la nueva temporada. 2023 ha sido una temporada increíble y 2024 va a ser aún mejor", comentaba recientemente Alonso hablando de la formula para triunfar en la categoría reina del automovilismo.
Es obvio que un siete veces campeón del mundo como Hamilton ya no tiene nada que demostrar, pero para seguir adelante –hace no mucho se especuló con su posible retirada– la motivación debe estar al máximo, y en su caso eso ya no ocurría con el coche alemán. Alonso lo entiende. Ya dejó el Gran Circo porque la desgana tras años duros le llevaron a querer cambiar de aires. Ahora Hamilton sigue una ruta parecida (a nivel emocional).
Hamilton ha comentado que por supuesto tiene ganas de hacer un muy buen año con Mercedes, pero a nadie escapa que en Fórmula 1 si no estás peleando por el Mundial (o victorias), rápidamente se empieza a pensar en la temporada venidera. Y justo esto enlaza de igual modo con el parecer de Alonso. Él se ve metido al 200 por cien en Aston Martin. Hamilton no puede estar así tras firmar con Ferrari, por lo que para alcanzar justo ese nivel de compromiso necesitaba irse de Mercedes.
Ya a tono más anecdótico, y volviendo a los mencionados test, tanto uno como otro corrieron con sus coches de la campaña pasada; es decir, Alonso con el AMR23 y Hamilton con el W15. Fernando apenas se bajó del coche para lo justo y necesario para dar 156 vueltas por 126 de Lewis. Corrió más y más rápido, ya que le ganó en esa batalla particular con un tiempo de 1'18''752 por el 1'18''936 del inglés. ¿Más pruebas de la súper motivación del español que persigue Hamilton?