El GP de Miami de Fórmula 1 vivió una sprint shootout (clasificación de la carrera al Sprint) rara, intensa, llena de errores y en la que, salvo la primera posición de Max Verstappen en una vuelta "horrible" casi todo lo demás era inesperado. Algo como ver un RB en la segunda línea o a un Stroll por delante de Fernando Alonso.
Tal vez fuera por las cambiantes condiciones o porque apenas habían podido probar cosas en una sola sesión de entrenamientos Libres, pero la realidad es que este sábado viviremos un Sprint emocionante, en el que los Mercedes saldrán detrás y en el que Fernando Alonso tiene como objetivo 'no luchar'.
El piloto asturiano no hará efectiva la amenaza que, hace dos semanas, le lanzó a la FIA de no correr el Sprint. Sin embargo, no piensa complicarse nada porque, según él, le pueden sancionar por cualquier cosa. "La carrera al sprint no significa nada, sobre todo porque no podemos luchar ni nada por el estilo. Recibimos sanciones por cualquier cosa que hagamos, así que mañana es un día para divertirse, pero no para nosotros. La Sprint Race no significa demasiado para mí. No es muy interesante", dejó caer el asturiano, quien quiso mandar de nuevo un mensaje a la FIA, en el que le deja claro que no va a cesar con sus reivindicaciones.
Unos dardos que ya había dado también antes de empezar, incluso, la FP1. "Tenemos opiniones diferentes, pero eso sucede en cualquier deporte, probablemente. Incluso cuando ves el fútbol por televisión, dependiendo del equipo en el que estés, te sacan tarjeta amarilla o roja, o no. Así que creo que siempre tendremos opiniones diferentes. Creo que en la carrera de China el 99% de la gente disfrutó con la sprint y las batallas, y creo que yo sufrí la penalización más dura de la carrera", reitera un Alonso que asume los castigos, pero no se calla.
"Como he dicho, las reglas son las reglas, y las aceptamos. A veces estamos de acuerdo y, a veces, no, pero tenemos que aceptarlo porque ellos tienen todo el poder para tomar esas decisiones; y ellos tienen toda la comprensión de las reglas. Pero, como he dicho, me impusieron la penalización más dura en los dos últimos eventos, en Australia y en China, así que es bueno asegurarse de que todo está bien y no pasa nada más", advertía un Alonso que se intuye, según sus palabras, que no presentará batalla.
Sobre lo que se encontró en los entrenamientos Libres, donde se dedicó a hacer tandas largas y a probar neumáticos duros, y en el sprint shootout, el piloto asturiano explicó por qué había sido un día complicado para todos. "Fue difícil leer el agarre en la pista y cambiar del neumático de medio al blando al final, pero igual de difícil para todos. Creo que metimos ambos coches en la Q3, que era el objetivo y ya veremos mañana", concluía el piloto de Aston Martin.