Que Franco Colapinto tiene dotes para llegar muy lejos en la Fórmula 1 es algo que no lo discute nadie porque el piloto de Williams ya está demostrando con creces este curso sus habilidades al volante y su valentía frente a las grandes escuderías.
Sin embargo, sus formas podrían condenarle antes de que alcance dicha gloria. Y es que el piloto argentino ha vuelto a 'columpiarse' verbalmente. Tras su lamentable participación en El Hormiguero de Pablo Motos, donde ofreció una imagen de pasota y maleducado con todos los integrantes del programa, ahora el piloto ha criticado con dureza a su propio equipo.
Y la razón que le ha llevado a hacer semejantes declaraciones no es otra que el precio al que están vendiendo su merchandising. Cuando tan solo lleva tres carreras a sus espaldas, a sus 21 años parece que ya siente capacitado para juzgar todo tipo de decisiones en su equipo. Así, la escudería británica ha sacado una línea de productos dedicada a él. Pero según Franco, a unos precios desorbitados, por lo que ha pedido a sus seguidores que se lo piensen antes de comprar cualquier objeto de estos.
"Lo único que espero es que no se fundan comprando esas boludeces, porque después me hacen calentar", ha expresado en Corazón de F1. En este mismo sentido, ha subrayado que el fanatismo extremo de sus seguidores argentinos que le siguen, puede hacer que se gasten este dinero, que luego necesitan para otras cosas de mayor importancia: "Williams pone un precio que no lo puede comprar ni Cristiano Ronaldo. Después los argentinos se vuelven locos y les hacen 'out of stock'. Lo dejan sin 'stock' y después estamos comiendo arroz por dos meses, boludo".
Así y a modo de recomendación, Colapinto les ha lanzado un último mensaje a sus fans: "Que compren las cosas truchas, esas que son baratas. Nada, mejor compren lo de Williams, compren lo de Williams. Me van a matar, yo promocionando lo trucho". Y por si fuera poco, ha asegurado en dicha entrevista que no había visto las prendas aún y que no tenía muy claro cuando saldrían a la venta.
Cuando restan todavía seis carreras para la finalización del Mundial, o lo que es lo mismo, tres meses de competición, en los despachos de Wantage ya se están planteando reunirse seriamente con él o adjuntarle un asesor de comunicación para evitar este tipo de declaraciones. Y es que parece que al piloto argentino parece no importarle el hecho de no tener asiento oficial en ningún equipo para el año que viene. Porque, desde luego, no se está vendiendo nada bien.