El Gran Premio de Singapur ha tenido poca historia o mucha según se mire. La emoción apenas duró diez vueltas, el tiempo que tardó Lando Norris en meter el turbo y colocarse a tres segundos de Verstappen, que finalmente serían más de veinte, algo para los anales de la Fórmula 1.
El podio se empezó a decidir rápido, porque el neerlandés conservó su segunda plaza también con mucha antelación e inteligencia y sólo la pelea por el tercer puesto parecía mantener en alerta al resto. Fue Óscar Piastri quien entró tercero para firmar el doblete de McLaren.
Mientras tanto, el resto de equipos comenzó a jugar su carrera en función de sus intereses. Y uno de los perjudicados fue Carlos Sainz, quien a pesar de remontar desde la duodécima plaza hasta la sexta plaza, Ferrari le ordenó que dejara pasar a Leclerc y se tuvo que conformar con la séptima posición.
El otro español, Fernando Alonso, volvió a dar un recital, porque dentro de los mortales fue el mejor y obtuvo una meritoria octava plaza que le permite sumar una semana más.
Pero, sin duda alguna, la tercera victoria de Norris en la F1, a sus 24 años y en el mismo año, va a ser recordada por la distancia que le sacó a todos sus perseguidores. Eso sí, el británico tuvo dos sustos en su afán por intentar seguir abriendo la brecha y casi acaba tocando los muros con su monoplaza.
A falta de seis carreras -y tres pruebas sprint- Verstappen lidera el Mundial con 331 puntos, 52 más que Norris; y con 86 sobre Leclerc, que es tercero en el campeonato.
La próxima prueba, el Gran Premio de Estados Unidos, se disputará el próximo 20 de octubre en el Circuito de las Américas de Austin (Texas).
El propio líder del mundial se marchaba satisfecho de su trabajo en la pista asiática: "Estoy muy contento porque podía haber sido mucho peor. Tenemos que seguir entendiendo el coche y traer mejoras, porque ha habido carreras donde íbamos en la dirección incorrecta. Sabemos que no es el mejor circuito del calendario. Odio ver marchar Daniel, siempre hemos tenido una gran relación, ha sido una gran relación, y creo que se lo recordará como un gran piloto y una gran persona. Odio ver cómo este puede ser el final".
Y, por supuesto, Fernando Alonso no cabía en sí de gozo al bajarse de su monoplaza de Aston Martin: "Son cuatro puntos más de los que merecíamos aquí, porque para nada estamos en esta posición. Ha sido difícil físicamente y con los neumáticos. Hemos sufrido todo el fin de semana, y debemos subir el nivel en las próximas carreras si queremos coger puntos. Lo hemos hecho en dos circuitos urbanos, pero cuando lleguemos a los 'normales' no tenemos el ritmo. Somos el séptimo y octavo equipo, y las buenas actuaciones en los últimos circuitos no pueden tapar la falta de rendimiento.