Una carrera, ese es el tiempo que le queda a Carlos Sainz vestido de rojo antes de poner fin a su etapa en Ferrari y afrontar una nueva y totalmente diferente a partir del martes 10 con Williams. El piloto español ha servido a la causa de Manarello con grandes resultados en los últimos cuatro años, pero la escuadra italiana decidió, muy poco antes de que comenzara la actual campaña prescindir de sus servicios para fichar a Lewis Hamilton, que tras una etapa gloriosa con Mercedes en la sumó seis títulos mundiales, decidió cambiar de aires y perseguir su sueño de superar a Michael Schumacher con un 'Cavallino Rampante'.
El paso de Carlos Sainz por Ferrari no se puede considerar ni mucho menos como un fracaso, ya que llegó en un momento 'bajo' de la escudería para hacer de 'guardaespaldas' de Charles Leclerc y ha acabado por estar muy cerca de él en cada uno de los años en los que han compartido garaje. Además, a falta de lo que pase en Abu Dhabi, se marcha con cuatro victorias, dos de ellas logradas este año, en Australia y México, además de en 2023 ser el único capaz de arrebatarle un triunfo a los todopoderosos Red Bull.
Sin embargo, todos esos éxitos y grandes aportaciones a la historia del equipo más mítico de cuantos forman parte el 'Gran Circo' no fue suficiente para que se llevara a cabo una renovación que tal y como ha confirmado en varias ocasiones, estaba convencido de que iba a renovar e incluso desde el equipo le trasladaban lo mismo. Sin embargo, todo se fue al traste con la llegada de Hamilton, lo que dejó en una posición muy complicada, hasta el punto de que tal y como ha afirmado en Marca, pasó "los peores" días de su vida, hasta el punto de que cuando escuchó por primera vez la noticia, "no lo podía creer".
Pero se sobrepuso a ello, cuajando un gran año, en el que ha quedado algo lejos de Leclerc por tener una carrera menos y algo de mala suerte en momentos clave, pero aún así ha sido uno de los pilotos más fuertes y regulares, aunque falta la guinda, sumar el título por equipos este domingo en Yas Marina. Sería su última contribución a Ferrari antes de empezar a forjar su historia con Williams, otra escudería histórica aunque en un momento más terrenal, y donde luchará, junto a otro renegado de un gran equipo como Álex Albon, por volver a ponerla donde se merece.