Carlos Sainz lidera la reconstrucción sin freno de Williams

En la Fórmula 1 la sobrereacción no suele ser buena compañera, y normalmente es mucho mejor dejar que las cosas caigan pos su propio peso en lugar de caer en análisis excesivamente rápidos y sin fundamento. Sin embargo, muchas veces es imposible no hacerlo, y un ejemplo de eso se vio este martes en Abu Dhabi, donde tuvieron lugar los tests de post-temporada. En ellos, además de los tradicionales rookies, también tuvieron su espacio los pilotos que se estrenan en 2025 con nuevos equipos. Es el caso de Nico Hulkenberg en Sauber, Esteban Ocon en Haas, o el que sin duda más destacó, Carlos Sainz en Williams.

Porque el hasta el domingo piloto de Ferrari se metió de lleno en su nuevo proyecto, dando más vueltas que nadie en las ocho horas de tests y probando todas y cada una de las cosas que tenía en mente de cara a esta primera toma de contacto. Además, fue muy rápido, el segundo del día, solo superado por su ex compañero charles Leclerc. Pero todo eso estaba pensado, porque el madrileño lleva con Williams en la cabeza mucho tiempo.

Un ejemplo de ello es que en las últimas vueltas en Yas Marina con el 'Cavallino' solo tenía en mente recordar todas las sensaciones que notaba con el Ferrari y todos los datos posibles para poder llevarlos a Grove e implementar esos conocimientos en el monoplaza británico. Un mero ejemplo de que la llegada de Carlos Sainz puede ser el revulsivo necesario que lleve a una escudería que forma parte de la aristocracia histórica del 'Gran Circo', el lugar que merece y donde tristemente hace mucho, pero mucho tiempo que no está.

Un ordenador que pilota

Si hay un hombre con el potencial de desvivirse para convertir a Williams en la referencia que un día fue, ese es Sainz, ya que en su ya extensa carrera ha pilotado en grandes equipos, además de Ferrari ha estado en McLaren, Renault o en la órbita de Red Bull y todo ese conocimiento adquirido en la última década puede llevarlo a la fábrica y ayudar a que se mejore lo que ya hay, que está en crecimiento desde la llega de James Vowles.

Lo mejor es que tienen un motor como el Mercedes que funciona y ahora queda seguir desarrollando el monoplaza lo suficiente hasta llegar al sueño de los podios. Pero eso aún está muy lejos y por ahora lo único que está en las manos de Sainz y el equipo es trabajar.