Max Verstappen (Red Bull) firmó en Las Vegas su decimoctava victoria de la temporada al imponerse al monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y al mexicano Sergio Pérez (Red Bull) en una carrera en la que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) trompearon en la salida y finalizaron sexto y noveno, respectivamente. Y es que eso, los trompos al inicio, se convirtieron en claros protagonistas de un GP de Las Vegas en el que los daños pudieron ser mucho mayores para varios pilotos.
Como suele ser habitual, los 20 pilotos forman parte de un desfile en coches antiguos que son conducidos por sus propietarios. Aproximadamente 90 minutos antes del inicio de la carrera, el coche que transportaba a Oscar Piastri dejó caer aceite en la zona de la parrilla, en el lado más cercano al muro de boxes, lo que obligó a los comisarios a esparcir polvo de cemento para absorberlo. Lógicamente, la solución no acabó siendo cien por cien efectiva y eso provocó cierto caos en la salida de muchos pilotos.
El español Carlos Sainz (Ferrari), que finalizó sexto una carrera del Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1, fue uno de los que sufrió las consecuencias, trompeando en la primera curva, lo que finalmente le dejó contento con su “remontada”, ya que pudo “limitar daños”. “La salida fue complicada. Pero a partir de ahí hicimos una buena remontada, limitando daños. Casi de penúltimo a sexto, no ha ido mal”, dijo Sainz en DAZN, donde dejó claro que la primera vuelta fue "un poco una lotería con las ruedas frías" y "con los parches de aceite del interior de la curva 1". "Todos los que hemos empezado por el interior lo hemos recogido y hemos bloqueado las ruedas. Es algo que mirar porque eso de tener que pasar por aceite antes de la carrera hay que mejorarlo para el futuro”, completó.
“Los neumáticos duros siempre nos cuestan. Hoy ha habido desgaste delantero, trasero… ha sido una carrera durísima”, añadió el piloto de Ferrari, que pudo reponerse de la sanción de 10 posiciones que recibió el viernes por cambiar la batería después de que una tapa de alcantarilla destrozase el fondo de su Ferrari: “La recta -de 1,9 kilómetros- se hace un poco larga, llegamos muy rápido y con ruedas frías hay momentos que no sabes si el coche va a parar o no. Luego, cuando calientas los neumáticos está bien. La curva 11-12, donde Lando tuvo el accidente, es peligrosa y habría que mirarlo para el futuro. Un circuito más de carreras que de clasificación”.
También sufrió un trompo su compatriota Fernando Alonso (Aston Martin), quien finalizó noveno en el GP de Las Vegas de Fórmula 1. Pese a trompear en la salida, se marchó “con buen sabor de boca” por haber podido “sumar algún punto” después del incidente. “Salí bien pero en la primera curva trompeé o me toque con alguien, perdí el coche. Y cuando vi al Alfa Romeo enfrente mío pensé que la carrera había acabado, pero con el coches de seguridad pude reengancharme y me quedo con buen sabor de boca por sumar algún punto”, comentó en DAZN.“Hemos hecho más de lo que pensábamos. Lance -Stroll- saliendo decimonoveno y acabando quinto es top. Hemos perdido una oportunidad conmigo, pero fuimos décimos en clasificación y novenos en carrera…”, analizó sobre la carrera, recordand que “queda la última carrera" y que intentará "disfrutar". "Hoy ha sido divertido por algún adelantamiento, con Carlos -Sainz-, Hamilton…. Estábamos más o menos en la batalla”, concluyó el asturiano.
No fueron Sainz y Alonso los únicos en quejarse, haciéndolo también Pierre Gasly, de Alpine, que terminó 11º, cinco puestos por detrás de Sainz: "No ha estado bien, especialmenteen el mejor lugar de salida del año para nosotros (en cuarta posición). Ya lo he hablado con la FIA, y estoy seguro de que cambiaremos algunas cosas, porque no me parece justo que algunos tengan que salir con aceite y otros con asfalto limpio".