Una semana falta para que los motores arranquen de manera oficial en el Gran Circo de la Fórmula 1 y, para ir entreteniendo al personal, los organizadores han comprometido al grueso de los pilotos con unas pizarras en las que han tenido que escribir lo que esperan para este nuevo curso. Y uno de los que ha participado ha sido el español Carlos Sainz.
Y es que el piloto madrileño es una de las grandes incógnitas de este nuevo curso tras haber salido de Ferrari y haber aterrizado en Williams. Todas las quinielas le despiden de la primera línea de la parrilla, al menos, en este primer año. Hasta el propio Carlos sabe que tendrá muy complicado colarse en un podio en 2025.
Pero como ya ha dejado claro durante la pretemporada, no piensa perder la paciencia y ya ha dejado por escrito en su pizarra cuál será su verdadero objetivo esta campaña: "Este año voy a divertirme".
Mientras otros como Charles Leclerc han sido más ambiciosos con mensajes como "Este año voy a ser campeón del mundo", otros han optado por no mojarse demasiado. Eso sí, los ha habido de todos los colores.
Oscar Piastri también ha soñado con ser "feliz", mientras que Lando Norris ha sido un poco más realista: "Este año seré un año más viejo". George Russell, por su parte, ha prometido que volverá la "T Pose", algo que tanto animó las introducciones en televisión.
Algunos de los novatos en la categoría no se han cortado y han prometido algo de guerra en su primera año, como Andrea Kimi Antonelli o Gabriel Bortoleto, si bien otros como Jack Doohan han sido conformista señalando que se conforma con ser "piloto de Fórmula 1".
Isack Hadjar ha mostrado su lado más ambicioso y ha escrito que estará en el podio en alguna carrera durante el curso, un mensaje similar al que ha escrito Pierre Gasly. El francés piensa en "volver a ser ganador".
Cuatro temporadas vistiendo de rojo con Ferrari, una de las escuderías de primera fila, dan para aprender mucho. Y ahora que lleva unos meses fuera de ella y trabajando para su nuevo equipo, Williams, Carlos Sainz se muestra tranquilo pero deseoso de poder demostrar su valía y el error que cometieron los italianos al no renovarle y decidir apostar por Lewis Hamilton.Eso sí, el madrileño es consciente de que puede sufrir el mismo mal que padecieron casi todos los que se marcharon de Ferrari en su día, que no volvieron a ganar una carrera. Sin ir más lejos, el último triunfo de Fernando Alonso llegó vestido de rojo y, desde entonces, la número 33 se le resiste al asturiano.El último que logró hacerlo una vez abandonado Ferrari fue el brasileño Rubens Barrichello, quien pilotó Ferrari hasta la temporada 2005 y que siguió en la Fórmula 1 logrando un par de triunfos con Brawn GP en 2009.