Los encontronazos de Fernando Alonso con la FIA y la cúpula de la F1, que vivieron este año su punto culminante con las sanciones de Australia y la gira asiática, han quedado en un segundo plano por todos los problemas que vive el Aston Martin del español, que está más centrado en ver cómo no le pasan escuderías que entonces estaban muy por detrás que de lo que puedan hacer en su contra los altos cargos del Gran Circo.
Ahora que vuelven las carreras al Sprint -que no se disputaban desde el GP de Miami- es muy probable que se vuelva a abrir el debate que en su día encendió Alonso sobre la idoneidad de las mismas. En Miami, tras un percance, cumplió su amenaza de no prestar atención a ese formato y centrarse en probar cosas para la carrera del día siguiente.
Por todo ello tal vez haya pasado inadvertido otra decisión, aún no oficial, que le afecta directamente y que le perjudicó el pasado año, cuando su Aston Martin era el segundo monoplaza con mejor rendimiento en pista y él sumaba podios en cada carrera. Entonces, a la escudería con sede en Silverstone le impidieron salir a competir con su nuevo alerón delantero, porque según la FIA era demasiado flexible, lo que al final condicionó la evolución de su vehículo y alteró sus planes.
Ahora, ante la petición cada vez mayor de escuderías de peso como Mercedes o McLaren, que cuentan con una pieza parecida, la FIA hace la vista gorda. De hecho, ya dio el OK a Mercedes por su alerón en febrero y son varios los equipos que piden más flexibilidad aún. Fue a partir, precisamente, del Gran Premio de Austria 2023 cuando Aston Martin tuvo que salir con su nuevo alerón y su rendimiento descendió en el tramo final de la temporada, en parte por ese nuevo rumbo que tuvo que tomar.
"Si tienes un alerón que proporciona la carga aerodinámica deseada individualmente en curvas lentas y rápidas y, por lo tanto, también cambia el flujo hacia la parte trasera, tienes un as en la manga", admite Andrew Shovlin, jefe de ingeniería de Mercedes.
Su jefe, Toto Wolff, aseguraba hace unos meses que todo se había hecho con el OK de la FIA. "Lo que se ponía en el coche siempre se ha seguido y se ha intercambiado con la FIA durante todo el proceso. No es que tengas una idea ingeniosa y luego la pongas para la prueba, porque eso sería cuestionado, lo cual es un proceso largo". afirmaba el austriaco.
Esa solución la han seguido otras escuderías en los últimos meses y en Aston Martin están sorprendidos de esa doble vara de medir, aunque por ahora no han querido denunciarlo abiertamente. Son varias las escuderías que han evolucionado desde principios de temporada por este motivo. Y amenazan con ir a más con presiones a la FIA pidiendo más flexibilidad.