En un dramático giro de los acontecimientos durante la sesión de clasificación del Gran Premio de Singapur, Lance Stroll experimentó un aparatoso accidente en el último minuto de la Q1. Stroll, compañero de equipo de Fernando Alonso, estaba presionando al límite en busca de superar la fase de criba, en medio de un tráfico intenso en la pista.
El incidente ocurrió en la última curva del desafiante circuito de Marina Bay, una curva que exige una conducción precisa a toda velocidad. En un instante crítico, Stroll perdió el control de su Aston Martin, lo que resultó en un impacto de alta velocidad contra el muro. La violencia del choque dejó el coche destrozado y la pista cubierta de restos.
Afortunadamente, tras el impacto, Lance Stroll pudo comunicarse con su equipo por radio para tranquilizar a todos sobre su estado de salud. "Estoy bien", dijo el piloto canadiense por radio, lo que fue un alivio para todos los involucrados. Sin embargo, por precaución y siguiendo los protocolos de seguridad estándar, Stroll debió dirigirse al centro médico para una evaluación médica completa.
La severidad del accidente de Stroll obligó a los comisarios de la carrera a desplegar la bandera roja, deteniendo temporalmente la sesión de clasificación. Esta decisión permitió que los trabajadores de pista se movilizaran rápidamente para limpiar la zona y asegurarse de que no hubiera peligros adicionales para los pilotos.
Cabe destacar que antes del incidente de Stroll, el actual líder del Campeonato Mundial, Max Verstappen, expresó su frustración por la cantidad de tráfico en la pista durante la sesión de clasificación. Verstappen señaló que había "demasiados coches" en la pista, lo que complicaba la búsqueda de un espacio limpio para dar una vuelta rápida.
No está siendo para nada el año del piloto canadiense, que apenas ha alcanzado los 47 puntos hasta la fecha, por los 149 que lleva Fernando Alonso con el mismo monoplaza.
Este accidente y la posterior interrupción de la sesión de clasificación agregaron un nivel adicional de tensión e incertidumbre a la competencia en Singapur. Los equipos y pilotos tendrán que reevaluar sus estrategias y ajustarse a las condiciones cambiantes de la pista antes de la continuación de la clasificación y la carrera en sí. La seguridad sigue siendo una prioridad en la Fórmula 1, y la respuesta rápida y eficiente ante situaciones como esta demuestra el compromiso de la categoría con la protección de sus pilotos.