Francisco Salas3 min lecturaEl Mundial de Fórmula 1 está a las puertas de comenzar y cada vez se siente más cerca el momento de empiecen a sonar los motores. Este 2025 va a ser un año de cambios en los mejores equipos, comenzando por el gran nombre de los últimos años, Lewis Hamilton, que se unirá a Ferrari; esto ha dejado a Carlos Sainz fuera de Manarello, aunque ha encontrado acomodo en Williams. Mientras que en Red Bull y Mercedes han apostado por dos jóvenes como Liam Lawson y Kimi Antonelli para acompañar a sus estrellas. Pero donde no ha habido cambios es en Aston Martin, y allí Fernando Alonso y Lance Stroll tratarán de llegar va la cima. Y pese al mal 2024, en la cúpula del equipo verde tienen un espejo en el que mirarse.
El nuevo jefe del equipo de Silverstone, Andy Cowell, tiene claro el potencial de los suyos para volver a la cima, de hecho, se ve con opciones y así lo ha dejo claro ante la televisión británica, donde ha confesado que las expectativas serán altas e incluso ha lanzado una pregunta al aire por si alguien no se ve en el equipo con opciones de triunfo. De hecho, hay un ejemplo en 2024 que puede tomarse como el ejemplo a seguir: "miren lo que hizo McLaren. ¿Por qué no podemos nosotros?".
Sobre el éxito de los de Woking reconoce que fue "un cambio fue increíble", pero a la vez replicable, ya que poseen las armas para hacerlo de nuevo. "Creo que se debe a la parte al liderazgo en la ingeniería y es algo que nosotros podemos hacer". Y para conseguirlo han fichado a los mejores, como Adrian Newey o Enrico Cardile, nuevas mentes pensantes de la fábrica.
La asunción del poder de Cowell no es casual, pues es una muestra más de la estrategia a seguir, la de poner a los mejores en los puestos que tienen que estar para que las cosas funcionan, y ahora solo les queda volver a que den sus frutos, porque lo que va a faltar es trabajo. "Cuando trabajas duro llegan los buenos resultados". Todo eso con un arma como Fernando Alonso, que pese a su edad está en uno de sus mejores momentos de su carrera y va a tratar, en los dos años (como mínimo) que le quedan, de dar un golpe a la historia y conseguir el tercer cetro mundialista de su carrera.