Alberto Gálvez3 min lecturaEl Gran Premio de México iba a ser un certamen muy especial para Fernando Alonso, pero lo cierto es que las cosas no han comenzado nada bien para el piloto asturiano.
El ovetense cumple este fin de semana su gran premio número 400 en la competición reina del automovilismo mundial. Doble campeón del mundo, 32 victorias, 106 podios, 22 'pole position', 399 grandes premios y 2.329 puntos ha logrado durante más de dos décadas de carrera sobre los monoplazas de Minardi, Renault, McLaren, Ferrari, Alpine y Aston Martin.
Pues fue aterrizar en tierras mexicanas y el equipo de Silverstone comunicar que el español no podría estar en el Autódromo Hermanos Rodríguez en el día dedicado a los medios de comunicación por "motivos de salud" que no fueron especificados. En su comunicado señalaron que sufría una indisposición.
Sin embargo, en las últimas horas ha habido tal mejoría que la escudería británica ha tranquilizado a sus seguidores con otro mensaje subrayando que, finalmente, estará en la FP2 (Libres 2).
Como ya estaba previsto desde hace tiempo, Felipe Drugovich ocupará su asiento en la primera sesión de entrenamientos para que Aston Martin cumpla con el reglamento de la F1 que obliga colocar a un piloto novato en al menos dos entrenamientos libres durante toda la temporada.
Cabe recordar que los Libres 2 del Gran Premio de México 2024 de Fórmula 1 tendrán una duración de 90 minutos, ya que se dedicarán exclusivamente a probar los neumáticos de Pirelli para 2025, pero en el excepcional caso de Alonso y el resto de pilotos que cedan su asiento a los novatos en la FP1, el suministrador italiano dejará 30 minutos "de rodaje libre" con un neumático medio de 2024.
El asturiano no se ve veinte años más sobre un monoplaza de Formula Uno, pero espera "tener al menos otras 40 o 50 carreras más en los próximos dos años", tiempo suficiente para comprobar si Aston Martin será la principal revelación de 2026 con el cambio de reglamentación de la competición.
Y es que el ovetense se encuentra muy ilusionado con la llegada del ingeniero Adrian Newey, con quien ansiaba trabajar. Su fichaje ha resonado con fuerza y junto a él no descarta poder luchar en su despedida de la Fórmula 1 por el que sería su tercer campeonato del mundo. Sería el broche definitivo a su tan exitosa carrera.