La paciencia de Fernando Alonso está comenzando a agotarse por muy buenas palabras que el asturiano tenga siempre al finalizar las carreras. Y en Aston Martin lo saben y por eso están tratando de justificarse después de cada Gran Premio. Incluso están reconociendo sus errores.
"Una pena estas últimas malas carreras por nuestros propios experimentos", recalcó el piloto asturiano tras otra pobre actuación en Gran Bretaña, donde finalizó octavo.
Una frase que ha retumbado con fuerza en la sala de máquinas de la escudería británica. Tanto que el jefe de rendimiento de Aston Martin, Tom McCullough, ha tenido que salir a la palestra para prometer mejoras en Hungría y Spa.
"Sí, desde la primera prueba en Bahréin, cuando este coche tocó el suelo por primera vez, vimos algunas características que debíamos corregir en relación con el del año pasado. Estamos equilibrando eso, añadiendo también más carga (aerodinámica) base, porque con las características que tenemos, si simplemente añadimos una carga aerodinámica eficiente, el coche irá más rápido, todos lo sabemos. Queremos un coche con el que sea fácil trabajar en la pista, fácil de conducir para los pilotos y que tenga un mejor rendimiento general", dice el ingeniero.
Asimismo, McCullough reconoce que se fijan en la mejora de la competencia, como Mercedes y McLaren y que sería de necios no hacerlo: "Sí, hacemos muchos análisis de los competidores, tanto de GPS como de análisis puros de tiempos por vuelta. Así que, los datos del GPS ahora son de muy alta calidad y puedes mirarlos y ahora te puedo decir, rendimiento a alta velocidad, con poco combustible, velocidad media, alta, rendimiento en línea recta con o sin DRS... Tenemos una muy buena imagen de lo que todos están haciendo en relación con nosotros y eso alimenta nuestro proceso de desarrollo. Serías un ciego, sería una tontería no mirar esa información, así que sabemos dónde están nuestras fortalezas y debilidades en relación con otros, sabemos dónde necesitamos mejorar nuestro coche, en base a eso, y también lo que nuestros pilotos nos están dando en retroalimentación, sobre sus limitaciones".
Y sobre las nuevas mejoras que se esperan, a las que Alonso optó por no hacer alusión a ellas con un "Podéís preguntar a Tom (McCullough) y Mike (Krack) sobre eso", el ingeniero ha sido totalmente sincero: "Sí, es de nuevo la prueba del algodón. Es un cambio razonable en algunas de las filosofías del coche, pero creo que con todas estas cosas será relativamente pequeño. No hemos introducido grandes cambios en el coche en las últimas carreras, así que tenemos algunos cambios (mejoras) aquí, pero no son grandes cambios, son sólo parte del proceso de desarrollo habitual, así que será un paso más grande el próximo fin de semana y veremos cómo se desarrolla".
Y mientras Aston Martin cede terreno en el asfalto, otros tratan de aprovecharlo. Como es el caso de Haas. Tanto que su piloto Nico Hulkenberg ya cree ahora mismo están en la misma lucha que Aston Martin y RB para intentar ser el quinto equipo más rápido de la Fórmula 1.
Pese a la séptima plaza que ocupan en el campeonato de constructores con 27 puntos, cuatro por detrás de RB y a 41 de Aston Martin, Hulkenberg cree que el orden jerárquico ha cambiado.
"Creo que lo mejor de todo es el rendimiento que hemos tenido. La actualización realmente se ha notado en el coche, y sinceramente creo que ahora estamos en la lucha por ser el quinto equipo más rápido, a veces con Aston Martin, a veces con Alpine, y a veces con algunos otros. Estamos ahí. Está claro que hemos sido muy consistentes este año y creo que podemos aferrarnos a eso", ha manifestado el piloto de Haas.