Algo se cuece por Aston Martin. La escudería británica no está descontenta con su posición en el paddock, pero tampoco se puede decir lo contrario. Tras dos grandes premios, Fernando Alonso ha sido el mejor del equipo con un noveno puesto en Bahrein y un quinto en Arabia Saudí en el Mundial de Fórmula 1 de 2024. No está mal para empezar, pero suena a poco comparado con el hecho de que el asturiano inició 2023 subido al podio...
El coche del español es diferente. Si en la fábrica auguraban un AMR24 muy distinto, no se equivocaban. Sin embargo, a estas alturas de la película parece que el cambio de idea del equipo no ha tenido el resultado esperado, ya que si el monoplaza es capaz de pelear con sus rivales en la clasificación, Alonso parece que directamente se ha quedado sin coche en carrera. No lo decimos nosotros, sino que sí lo expresa él mismo.
"En Bahrein fuimos claramente más rápidos a una vuelta que en el ritmo en la tanda larga. Hay una tendencia, parece que este año estamos peor en el ritmo de carrera. Todavía perdemos dos o tres décimas comparado con Mercedes y McLaren, quizás un poco más comparando Red Bull y Ferrari, mientras que en clasificación estamos cerca", comenta tras el Gran Premio de Arabia Saudí.
Para los británicos es una sorpresa a medias. Desde hace tiempo saben que han mejorado la velocidad punto del bólido, pero tenían dudas sobre si encontrarían el equilibrio para seguir siendo rápidos en el paso por curva. Pues bien, el director de rendimiento de Aston Martin, Tom McCullough, asegura que están investigando por qué su equilibrio entre la clasificación y el ritmo de carrera había cambiado de un modo tan radical.
"Históricamente hemos sido rápidos en carrera y nos ha costado un poco más la clasificación. Las características de este coche son bastante diferentes para nosotros aerodinámicamente. Estamos aprendiendo a sacarle el máximo partido al coche. No debemos preocuparnos demasiado por dónde acabamos en la clasificación, nos hemos centrado mucho en la ingeniería para intentar tener un buen coche que cuide los neumáticos traseros en carrera", avisa McCullough en declaraciones a Motorsport.
Esto es irrefutable. El nuevo Aston Martin fue unos 20 kilómetros por hora más rápido en las rectas de Yeda y Bahrein con el DRS abierto, mientras que el curso pasado se movió entre los 12 y los 15 kilómetros por hora. McCullough señala que esto también explica la mayor diferencia respecto a la carrera.
"La eficiencia del coche y la activación del DRS es algo en lo que trabajamos muy duro el curso pasado al ver lo fuerte que era el Red Bull. Mucha gente se dio cuenta de eso y han tratado de encontrar una solución para el DRS, porque de esta forma te deshaces de mucha más carga aerodinámica. Esa es una de las razones por las que hemos clasificado bien, tenemos un DRS muy fuerte. Hemos ganado mucho tiempo", explica.
La realidad es que esto –sufrir al tener un nuevo concepto– es algo que podía suceder. Alonso pidió al equipo que fuese agresivo para mejorar y estos han cambiado la idea del coche a nivel aerodinámico. La primera consecuencia ha sido esa falta constancia en carrera. Veremos si pueden recuperar un coche con el que el asturiano pueda pelear por las primeras plazas.