Hace ya muchos años que Renault es absolutamente irrelevante en el Mundial de Fórmula 1, de hecho la única época en la que ha tenido importancia ha sido en la primera gran etapa de Fernando Alonso, en la que el español encadenó un tercer puesto con dos campeonatos mundiales seguidos, pero en ese momento decidió salir de allí y marcharse a McLaren y pese a que luego volvió, nunca fue lo mismo. El dominio de esos años del coche azul cielo y amarillo fue increíble, y no solo creció la pasión en España, si no que puso a la marca francesa en el mapa.
Desde ese momento, nunca ha sido lo mismo, pese a las épocas de Alonso, o alguna ciertamente buena con Carlos Sainz o Ricciardo, nunca les ha ido bien. Pese a ello Fernando los eligió cuando volvió a la Fórmula 1 en 2021 tras su parón para probar otras cosas. En ese momento dejó de llamarse Renault, para ser Alpine, pero todas las expectativas que había por esta unión y por el nuevo proyecto francés, se quedaron en nada con un coche paupérrimo que no hacía más que encadenar problemas de rendimiento y falta de ritmo, que pese a detalles gloriosos, como la vuelta de Alonso al podio en el Gran Premio de México de 2022, no trajeron más que problemas al de Oviedo, que se fue con destino a Aston Martin.
Desde ese momento, Alpine, que sufrió también la baja de la gran promesa Óscar Piastri, apostó todo por los franceses, y firmó a Esteban Ocon y Pierre Gasly. La apuesta gala por los galos salió sumamente mal, porque ni en 2023, ni mucho menos en este 2024 han vuelto a ser lo que eran, hasta el punto de que son el noveno equipo de la parrilla, y solo les salva que está por ahí Sauber, que es una debacle.
Por eso mismo se han lanzado a la contratación de un contrastadísimo ingeniero para que dirija su camino desde ahora, el francés David Sanchez, que inició su camino en el certamen en 2005, y 19 años después es una de las grandes mentes del panorama. Lo han fichado como el nuevo director técnico ejecutivo, para ser el coordinador de todo lo que suceda en la escudería. Es el nuevo paso de una carrera brillante como la de Sánchez, que le ha llevado a ser el jefe de aerodinámica de Ferrari, antes de firmar por McLaren con un puesto importante, pero no le cuadró lo que vio allí y salió a los pocos meses, para finalmente quedarse con la oferta de Alpine, en un mercado de cerebros que tras la salida de Newey de Red Bull, está al rojo vivo.