Si en un rally tan duro como el Dakar hay un piloto que puede servir como motivación, ése es Isidre Esteve. El catalán afronta en este Dakar 2024, junto a su copiloto José María Villalobos, su 19ª participación en el raid más exigente del mundo, del que no le ha apartado ni los duros contratiempos que se le han puesto en su camino.
Fue uno de los referentes en motos a principios de siglo, cuando acabó en cuarta posición del Dakar en 2001 y 2005. En 2006, sufrió un grave accidente al chocar contra un camello en Mauritania, cuando el Dakar aún se corría en África. Una racha de viento levantó la arena del desierto y le cegó. Por culpa de ello perdió el bazo.
Más grave fue aún el accidente que sufrió en 2007 y que casi le cuesta la vida. Una caída en la primera prueba del Campeonato de España de Raids, disputada en Almería, le dejó parapléjico -parálisis de cintura para abajo- por una fractura en la columna vertebral. A cualquiera le habría retirado, pero su afán de superación le devolvieron al Dakar y ésta será su novena participación en la modalidad de coches.
El piloto ilerdense no sólo compite sino que rinde y, por eso, pilota para uno de los mejores equipos, el Repsol Toyota Rally Team. Con su Toyota se enfrenta en este 2024 a una de las ediciones, según su punto de vista, más duras de los últimos años. "Personalmente, me gusta mucho cómo se presenta esta edición. El Dakar tiene que ser una carrera difícil, complicada, exigente y larga. Este año quizá es el recorrido más radical de los que se han presentado en las últimas ediciones. Va a ser difícil para todos", señala Esteve en declaraciones distribuidas por su equipo, con el que lleva preparando la prueba desde hace seis meses.
"Estos últimos días uno está pensando más en la carrera que en las fiestas de Navidad, fin de año o Reyes. Nosotros ya estamos en modo Dakar", advierte el catalán, que tiene claro que su objetivo volverá a ser acabar el rally y hacerlo en la mejor posición posible. "Me gusta -este enfoque- porque puedes planificar a carrera pensando en el global. Para nosotros no es importante hacer resultados parciales; para nosotros es importante dónde estamos al final de la carrera. Y en un Dakar como el de este año pienso que, más que nunca, va a ser importante cómo gestionamos el global de la carrera en sí", añade Isidre Esteve.
Para llegar al final, el piloto de Toyota tiene claro que hay que aguantar una primera semana en la que se va a disputar la etapa maratón por el 'Empty Quarter' (Desierto de Rub al-Jali), que puede decidir la prueba y, sobre todo, eliminar a muchos competidores. "La primera semana va a ser muy determinante. Casi todo lo más complicado, por lo desconocido, se concentra en la primera semana. Por tanto, va a ser importante llegar a la jornada de descanso sin perder las opciones a ese resultado que buscamos. Y, a partir de ahí, veremos cómo afrontamos la segunda semana", afirma el ilerdense.
En esta nueva edición, Isidre Esteve volverá a contar con un gran equipo detrás, en el que David Pigem, David Fabrellas y Carles Méndez se ocupan de las labores mecánicas del Toyota Hilux T1+ con el que competirá, aunque también contará con el apoyo de Toyota Overdrive. Mientras que Lidia Guerrero se encarga de que físicamente siga al cien por cien.