El sueño de Carlos Sainz cuando comenzó el Rally Dakar 2025 no podía ser otro que ganar, y aunque su Ford tenía poco rodaje, el proyecto estaba creado para que ya en este primer año de vida pudiera optar al Touareg. Sin embargo, en la fatídica etapa de 48 horas que el año pasado cimentó su triunfo, esta vez todo se ha ido al traste. Un vuelco inoportuno en los primeros kilómetros, mientras abría pista, destrozó sus opciones y a aparte de ahí, pese a poder llegar a meta con mucho sufrimiento y a más de una hora y media, el piloto madrileño tiene claro que sus opciones de ganar "han desaparecido" y que desde ahora empieza otro Rally para él y su copiloto, Lucas Cruz, tal y como ha confirmado ante los medios al bajarse del coche.
El hecho de que un coche prácticamente nuevo y sin muchos kilómetros sufra problemas, no es algo nuevo ni que no se pudiera imaginar, aunque sí que es cierto que la decisión de la organización de poner la etapa de 48 horas el segundo día ha ayudado mucho a que tanto en Ford como en Dacia se hayan quedado muy tocados. Pero en el caso del 'Matador' se aprecia aún más, porque venía para defender su título y apenas han bastado unas jornadas para que el sueño se volviera imposible.
Una de las grandes dudas es el futuro, ya que Sainz tiene 62 años y cada edición puede ser la última. Sin embargo no parece que eso ahora le preocupe lo más mínimo, pese a que ha reconocido que no está al cien por cien y necesita recuperarse. "Quiero recuperarme, tanto anímica como físicamente e intentar ayudar al equipo, y si puedo ganar alguna etapa, pues mejor". No obstante, pese a que sobre el papel el plan esté más que claro, el primer objetivo de Sainz es superar las secuelas del golpe. "Me duele un poco la espalda, la tengo un poco tocada, pero no creo que tenga nada fuera de lo normal, solo el golpe".
Ha sido un día negro para muchos de los favoritos, que han visto como se dejaban 'minutadas'. Ganadores de la carrera como Nani Roma o Geniel De Villiers ya están a horas, mientras que Sébastien Loeb ha salvado la etapa de milagro y solo Nasser Al-Attiyah mantiene el empuje de los Toyota, quizá la única marca capaz de aguantar bien la escabechina que está siendo el recorrido, al que además le queda la etapa maratón, en la que pese a estar en el vivac, los pilotos no tendrán asistencia externa y deberán arreglar 'solos' los problemas que le surjan.