Antonio José Medina5 min lecturaHace un año todos veían la novedosa etapa de 48 horas del Dakar 2024 como algo exótico, exigente, pero no decisivo. En ella fraguó Carlos Sainz su estrategia y dio el hachazo definitivo que le dio el Tuareg. El piloto madrileño supo jugar sus cartas con la estrategia hasta esa cita y salir donde quería en la primera jornada ante, sobre todo, un Al-Attiyah que se veía recortando posiciones y 'menospreciaba' esta etapa. Pero el desierto le pasó factura al príncipe qatarí y coronó al Audi de Carlos Sainz.
"Se acabó el juego", admitía Al-Attiyah, que el día anterior había señalado que no le importaba abrir pista y vio cómo eso le había hecho forzar, cometer un error y acabar perdiendo tres horas y el Dakar al día siguiente, el primero de esa etapa. "La etapa de 48 horas es ahora una parte crucial del Dakar", advierte un Carlos Sainz que es consciente de que puede acabar con el Dakar de muchos a las primeras de cambio.
En esta ocasión, la exigente prueba llega en la segunda etapa del Dakar 2025, por lo que ya la primera será una lucha de posiciones para situarse estratégicamente de cara a esa segunda. A nadie le querrá pasar lo que al qatarí en 2024. "La etapa de 48 horas es ahora una parte crucial del Dakar. Son dos días sin ningún servicio de tu equipo. Duermes en una tienda de campaña en el desierto y depende de tu velocidad dónde acabes durmiendo y quién más esté allí. En 2025, es muy temprano en el rally, el segundo día. Será muy importante hacerlo bien, especialmente para nosotros con un coche nuevo", señala Carlos Sainz en una entrevista con su patrocinador, Red Bull, en la que dejaba claro que la estrategia es a veces más importante que ser rápido.
El propio Carlos Sainz lo pudo demostrar en 2024 tras ganar con un coche eléctrico. "Para ganar el Rally Dakar hay que tener una buena estrategia, además de ser más rápido que los demás. En 2024 el rally nos fue bien. La etapa de 48 horas era estratégicamente importante. Decidimos no empezar esa etapa cerca de la cabeza y, por eso, perdimos algo de tiempo el día anterior. Así que teníamos una buena posición de salida y ganamos la primera parte de la etapa de 48 horas. En la segunda parte, nos quedamos atascados en las dunas y perdimos algunos minutos. Sébastien Loeb acabó ganando la etapa, pero nosotros no estábamos lejos, en segunda posición. El resto fue bastante complicado, muchas etapas difíciles y de alta velocidad. Mantuvimos una buena lucha con Sébastien hasta la penúltima etapa", recordó el madrileño, que para entonces llevaba media hora de ventaja a Loeb y no era tan vital que éste le adelantara en esa etapa.
A partir de ahí, el madrileño se dedicó a conservar la renta mientras el francés le iba recortando, pero éste tuvo que arriesgar demasiado al final para tratar de lograr un imposible y lo acabó pagando, pues también perdió la segunda posición y acabó a hora y media de Carlos Sainz.
Por otro lado, Carlos Sainz, con cuatro Dakar en el bolsillo, es una voz autorizada a la hora de indicar los cambios que él haría para mejorar la prueba. Él se centraría, en concreto, en la seguridad y variaría el orden de salida y la distancia de centinela, una alerta que se activa cuando te encuentras a 250 metros de un vehículo más lento al que quieres adelantar. "Cuando eres un piloto de fábrica y tienes un problema en una etapa, creo que puede ser peligroso salir tan atrás al día siguiente, porque acabas adelantando a muchos coches. Además, cambiaría la distancia del centinela. Estaría bien aumentar otros 100 metros el alcance del centinela, porque así se evitarían accidentes", afirma el madrileño.