Fernando Alonso es sin duda uno de los pilotos más mediáticos, si no el que más, del 'Gran Circo' de la Fórmula 1. El asturiano es una estrella dentro y fuera de las pistas, siendo capaz de arrastrar a una gran cantidad de aficionados con cualquier cosa que hace.
Una prueba de todo esto es lo que ocurrió hace algunas semanas con un gesto suyo, también viralizado en redes sociales, el famoso 33.
Lo último del piloto español, que ya se encuentra en Bahréin para los test que comienzan este jueves, ha sido publicar un vídeo bailando en TikTok, donde se creó una cuenta hace pocas semanas.
"¿Lo estoy haciendo bien?", pregunta Fernando Alonso, que intenta reproducir un baile conocido como 'griddy'.
Dicho baile consiste en golpearse los talones alternativamente, ya sea en estático o mientras camina, a la vez que balancea los brazos hacia adelante y hacia atrás. Es un movimiento que surgió en el fútbol americano, concretamente creado por el jugador Allen Davis en 2018, y que se volvió viral en TikTok en 2021. Son muchos los jugadores de la NFL que en la actualidad celebran sus puntos con este baile.
El circuito de Sakhir, sede habitual del Gran Premio de Baréin, acoge a partir de este jueves y hasta el sábado los test de preparación para el Mundial de Fórmula Uno, en la que será la pretemporada más corta para la temporada más larga de la historia de la categoría reina.
Fernando Alonso ya está en el país árabe, de hecho, el popular vídeo de su baile fue grabado en el paddock de Sakhir. En dicho circuito, Alonso festejó tres de sus 32 victorias en la categoría reina: los años que acabó ganando el campeonato y en 2010; cuando se convirtió en el cuarto piloto de la historia en ganar su primera carrera con Ferrari.
Tras conocerse el accidente de Stroll, parece sensato pensar que el español tenga bastantes más kilómetros de rodaje con el nuevo AMR23 que Drugovich; al que, por otra parte, no deberían descuidar del todo, por si las condiciones físicas del canadiense le impidiesen subirse al coche en la primera carrera del año.
Lo más razonable es que los equipos repartan de forma salomónica el tiempo entre sus dos pilotos principales, con un día para cada uno y otro dividido, o bien repartirse las sesiones cada jornada.