La competición de Simone Biles en París va a pasar a la historia por sus tres primeros eventos, pero la gimnasta estadounidense no va a poder ir con todo el buen sabor de boca que querría tras desaprovechar la oportunidad de igualar a Larisa Latynina y Katie Ledecky como las deportistas con más medallas de oro olímpicas, con 9. Finalmente, tras un lunes negro, la leyenda va a tener que esperar a Los Ángeles, si consigue aguantar físicamente para llegar a competir en casa. Y es que esta mañana parisina, tras caerse en la primera final que tenía, la de barra de equilibrio, ha sido plata en suelo, donde ha tenido una gran actuación, pero ha pisado fuera dos veces.
Si hay una modalidad en la que Biles domine, además de en salto, donde tiene su insuperable Biles II, es en el suelo. La estadounidense, invencible en las jornada precedentes se salió dos veces del cuadrilátero en su rutina de suelo, unos errores que hasta ahora no había cometido en sus exhibiciones gimnásticas en París. Mientras que la cara positiva fue Andrade, quien logró su cuarta medalla de estos Juegos, primera de oro, con 14,166 puntos a cambio de un ejercicio brillante, defendido con seguridad en cada una de sus dificultades. La alta exigencia del ejercicio de Biles, 6,900 frente a los 5,900 de Andrade, le permitió alcanzar la plata pese a sus dos salidas, con un total de 14,133, apenas a 33 centésimas.
Mientras por detrás de ella quedó su compañera Jordan Chiles con 13,766, tras reclamar con éxito una subida de su nota. También hubo drama por detrás, con las rumanas, Ana Barbozu y Sabrina Maneca-Voinea. La primera ya celebraba el bronce tras la primera nota de Chiles, pero vio su felicidad cercenada de raíz tras la certificación del cambio de criterios. Pero antes de eso, su compatriota Maneca-Voinea, quien había clavado un gran ejercicio, también reclamo, pero sin suerte.
También hubo sorpresa en la última final masculina, la de barra, en la que el oro fue para el japonés Shinnosuke Oka con 14,533. Y hasta ahí todo normal. Pero la plata fue para el colombiano de 17 años Ángel Barajas, con exactamente la misma nota, y que se coronó en su primera temporada en la categoría absoluta. El bronce lo compartieron el chino Boheng Zhang y el taiwanés Chia-Hung Tang con 13,966. Pero hay que destacar la primera medalla olímpica de la historia de la gimnasia colombiana y el primer podio del país en París 2024. Barajas compitió en Bercy como un adulto, con un temple que le permitió esquivar los errores que cometieron algunos de los favoritos, en una final marcada por las numerosas caídas.