Francisco Salas5 min lecturaLos Juegos Olímpicos de París 2024 acaban de terminar, y aún es pronto para conocer si el mayor lastre del deporte, el dopaje, va a afectar a esta edición, y es que aunque en pequeña medida ya ha habido casos positivos, normalmente los dos 'gordos' suelen salir a los meses o incluso años, aunque eso también depende del deporte. Sin embargo, en estos JJOO la mayor polémica en este sentido de las trampas químicas tiene que ver con algo que ya se sabía, se investigó y acabó sin castigo, ni para los 'cazados' ni para el país al que pertenecían. Hablamos del dopaje sistemático de la natación china.
Hasta 12 miembros del equipo de natación chino no fueron sancionados después de dar positivo por sustancias prohibidas, en algunos casos más de una vez y todos ellos pudieron tomar partido. Incluso seis de las medallas conquistadas en la capital gala fueron obra de Zhang Yufei, quien se encontraba entre los 23 nadadores chinos a los que se les detectó trimetazidina (TMZ) en su organismo antes de los JJOO de 2021 en Tokio. TMZ, un medicamento para el corazón, pero también un potente potenciador del rendimiento que está prohibido no solo durante la competición sino en todo momento debido a sus beneficios para el entrenamiento, ya que aumenta la resistencia y acelera la recuperación.
Pero Zhang nunca fue castigada. Las autoridades chinas, citando una investigación realizada por un ministerio del gobierno con poderes policiales, afirmaron que Zhang y sus compañeros atletas habían consumido inadvertidamente TMZ de una cocina de un hotel que estaba contaminada con la sustancia. Los expertos en dopaje, incluidos científicos de la Agencia Mundial Antidopaje, consideraron que ese escenario era improbable. Pero a pesar de que la AMA exige la suspensión provisional, así como la divulgación pública de los resultados positivos, ninguno de los atletas fue suspendido. De hecho, el incidente se manejó con tanta discreción que incluso la propia junta directiva de la AMA no se enteró hasta principios de este año, aunque eso lo han negado.
Además, tres de los 23 atletas a los que se les detectó TMZ en 2021 también dieron positivo en clembuterol, en 2016 y 2017. Estos casos también se atribuyeron a la contaminación, aunque, una vez más, no se revelaron y ninguno de los atletas fue suspendido. Los tres compitieron en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y en París. Uno de ellos, Wang Shun, ganó una medalla de bronce individual. Otro, Yang Junxuan, participó en relevos en los que ganó una medalla de plata y tres de bronce. Y el tercero, Qin Haiyang, participó en dos relevos, uno en el que ganó una plata y otro en el que ganó el oro, por delante del equipo estadounidense que quedó en segundo lugar.
El New York Times informó que en 2022, otros dos nadadores de élite chinos dieron positivo en metandienona, un esteroide anabólico prohibido que usan los culturistas. Al igual que TMZ y el clenbuterol, la metandienona conlleva una suspensión obligatoria de cuatro años y su divulgación pública. Y esta vez sí, los dos nadadores fueron sancionados, pero el castigo se llevó a cabo a puerta cerrada y la suspensión fue revocada.
La autoridad antidopaje de China, Chinada, respondió a la exclusiva del New York Times sobre los casos de metandienona, e insistió en que ha “adoptado una postura firme de ‘tolerancia cero’ con el dopaje”. Estas semanas en París, muchos nadadores chinos se negaron a hablar con los periodistas por consejo de su equipo nacional. Los que lo hicieron se mostraron desafiantes y a la defensiva. “¿Por qué se debe cuestionar a los nadadores chinos cuando nadan rápido?”, comentó Zhang, que ha ganado 10 medallas olímpicas desde que dio positivo en TMZ. “¿Por qué nadie se atrevió a cuestionar al estadounidense Michael Phelps cuando ganó ocho medallas de oro?”.
Aunque es posible que algunos nadadores chinos nunca se hayan dopado y hayan ganado sus carreras olímpicas de forma limpia, sus resultados también están bajo una nube de sospecha. Tendrán un asterisco junto a su nombre, lo merezcan o no. Y los nadadores de élite de todo el mundo se preguntarán si perdieron ante personas que engañaron al sistema, con la complicidad de las autoridades antidopaje.