La gran cita olímpica está a punto de comenzar de nuevo. El próximo 26 de julio dará inicio el gran evento deportivo más esperado. Los Juegos Olímpicos de París 2024 celebran la ceremonia de inauguración tras unas olimpiadas más cortas de lo habitual ya que la última edición fue hace tres años, a causa de la pandemia por coronavirus en 2020. Pero antes de seguir la competición más prestigiosa a nivel global, es necesario conocer un poco de su historia, saber desde cuando se celebran, donde tuvieron origen y cómo eran las primeras competiciones.
Los JJOO son la competición multidisciplinar más seguida del mundo. Esto es debido a que durante más de dos semanas se reúnen los mejores atletas de todo el mundo para medirse entre ellos para ver cuál es el mejor. Este torneo es el mejor escaparate mundial para los deportistas. Un triunfo en los Juegos, que es muy difícil de conseguir debido al altísimo nivel y a la exigencia, asegura que tu nombre esté en el foco mediático durante varias semanas. De esta forma, la carrera deportiva de los vencedores se puede ver muy ensalzada, tanto a nivel deportivo como a nivel social.
Otro de los motivos de su triunfo es que reúnen en una misma ciudad y una misma fecha un gran número de deportes, por lo que los amantes de alguno de ellos es muy probable que empiecen a interesarse por otras modalidades. Al final, al estar todo tan concentrado es mucho más fácil seguir las distintas disciplinas que cuando son campeonatos repartidos, que a menos que seas seguidor del deporte no conoces ni cuándo se celebran.
También hay que sumar a este éxito que en estos Juegos compiten algunos de los mejores deportistas del mundo, convertidos en auténticas leyendas de su categoría. Ejemplo de ello son Michael Phelps, Usain Bolt, LeBron James, y un largo etcétera. Estos deportistas atraen al público a las competiciones simplemente por el hecho de verles.
Todo comenzó en Grecia allá por el siglo VIII a.C. En aquel entonces el programa competitivo duraba siete días y la finalidad era la competencia entre los hombres (al principio sólo podían participar los nobles) por demostrar quién tenía un cuerpo más atlético y más fuerza. Algunas de las pruebas más destacadas de la época eran las carreras de carros, carreras a pie, la lucha, concursos de lanzamiento de peso o el lanzamiento de jabalina.
Los atletas que salían victoriosos de cada una de las pruebas pasaban a convertirse en “semidioses” y todo el público les tenía gran respeto. Especialmente en el momento de la ceremonia de entrega de premios. Cada vencedor era proclamado como “el mejor de los griegos” y su recompensa era una corona con las hojas del árbol típico de cada zona. La más común era la corona de laurel de Delfos, pero también se hacían con hojas de olivo características de Olimpia o de apio seco en Corinto. Además, obtenían recompensas materiales como ser mantenidos y dejar de pagar impuestos.
Pero el mayor premio que alcanzaban era el honor y el respeto de toda la ciudad, que perduraban en el tiempo y se extendía hasta su familia y descendencia. Los vencedores se ganaban la gloria y pasaban a convertirse en héroes de su ciudad. Tanto es así que muchos campeones olímpicos quedaban inmortalizados en poemas o en esculturas. Incluso estas estatuas se situaban cercanas al templo de Zeus, como representando que estos atletas estaban un paso más cerca de sus dioses.
El término Juegos Olímpicos surge a través de su precursor, los juegos funerarios, y el Olimpo. Eran celebraciones deportivas en las que los luchadores griegos se enfrentaban entre ellos para conseguir la honra a la vez que era un homenaje a los dioses del Olimpo. En este evento se realizaban fiestas deportivas donde se reunían los luchadores griegos en distintas pruebas. Para los griegos tenía tanta importancia esta competición que incluso se detenían las guerras para que los soldados pudieran participar.
Para conmemorar este origen, los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna se realizaron en Atenas en 1896. Desde este momento, se perpetuó la tradición de que cada cuatro años se celebrarían estas pruebas deportivas para comprobar quién era el mejor deportista y dotarle de prestigio y triunfo. Y así ha sido hasta la actualidad. Únicamente ha habido tres años en los que no se han llevado a cabo, y fue en 1916, 1940 y 1944 debido a la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Si algo caracteriza a los Juegos Olímpicos son los cinco aros, su gran símbolo. Este logo quiere representar la unión, por lo que cada aro representa a uno de los cinco continentes: Oceanía, América, África, Europa y Asia. Además, los aros están unidos entre sí para simbolizar el vínculo y la alianza entre ellos.
Los colores tampoco fueron elegidos al azar, sino que los anillos olímpicos están representados con los colores que aparecen en todas las banderas de todos los países, como son el azul, negro, rojo, amarillo y verde.