Uno de los deportes que siempre llama la atención de forma muy poderosa en los Juegos Olímpicos es la gimnasia artística, que siempre lo ha hecho por su espectacularidad y porque lleva desde tiempos pretéritos en el calendario. Además ahora cuenta con la que es quizá la deportista femenina más influyente, Simone Biles. Tras su varapalo en Tokio, en París se ha reencontrado consigo mismo, ganando todo lo que ha disputado, salvo la barra de equilibrios y el suelo. En la primeras fue cuarta y en la segunda tercera. De hecho, en esa última final dejó uno de los momentos de los momentos más destacados del evento, al hacerle una reverencia junto a la medallista de bronce Jordan Chiles, a la ganadora, Rebeca Andrade. Pero días después ha cambiado algo en esa imagen, y es que Chiles se ha quedado sin bronce.
La gimnasta estadounidense Jordan Chiles criticó este jueves por "injusta" la retirada de su bronce en suelo en París 2024 tras una apelación que dio por medallista en su lugar a la rumana Ana Barbosu. "No tengo palabras. Esta decisión se siente injusta y es un golpe significativo no solo para mí sino para todos los que han luchado por mi viaje", publicó en su cuenta de instagram, en un mensaje en el que también cargó contra los ataques racistas que ha sufrido en las redes sociales y que definió como "extremadamente dolorosos".No obstante avisa de que se lo va a tomar como un acicate para seguir buscando cumplir sus sueños y objetivos. "Ahora me enfrento a uno de los momentos más desafiantes de mi carrera. Creedme cuando digo que he tenido muchos. Abordaré este desafío como he hecho con otros y me esforzaré al máximo para asegurar que se haga justicia. Creo que al final de este viaje, la gente en control hará lo correcto".
Hay que remontarse al pasado sábado, cuando ya habían pasado cinco días de la competición, Barbosu ganó el bronce en los JJ.OO. tras prosperar el recurso presentado ante el TAS contra la revisión de la nota de Chiles. Barbosu había conseguido la tercera mejor nota en la final de suelo (13,700), y por tanto la medalla de bronce, por detrás de la brasileña Rebeca Andrade (14,166) y de la estadounidense Simone Biles (14,133). Pero Chiles, la otra estadounidense finalista, presentó una reclamación por su nota original de 13,666, que la había situado en quinta posición. Los jueces atendieron su demanda y le dieron un 13,766 que la mejoró dos puestos. Barbosu se quedó sin podio.
El equipo rumano apeló al Tribunal de Arbitraje al considerar que la reclamación de Chiles se presentó fuera del plazo de un minuto que permiten las regulaciones de la federación internacional (FIG); en concreto, al minuto y cuatro segundos. Barbosu estaba celebrando su bronce cuando apareció en los marcadores la nueva nota de Chiles, y al verla, a la rumana se le cayó la bandera de las manos y comenzó a llorar aunque finalmente, y tras varios días de controversia, el bronce fue para ella.