La selección española de balonmano tuvo un buen debut en los Juegos de París al conseguir una complicada victoria ante Eslovenia (25-22), a la que venció tras desperezarse en el segundo tiempo al ritmo de las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, de su defensa y de los goles a la contra.
Bastante alejados de la victoria lograda en el Preolímpico de Granollers (32-22), que prácticamente les concedió el billete para la cita olímpica, 'Los Hispanos' sufriendo durante buena parte del partido por su falta de puntería de cara a gol.
Los de Jordi Ribera llegaron a ir tres goles abajo al descanso (8-11) y al comienzo del segundo tiempo (11-14), pero la exhibición del portero del Barça, los balones recuperados y su rapidez le permitieron remontar el partido, aunque no pudo respirar prácticamente hasta el penúltimo minuto después de un robo de balón de Dani Fernández que prácticamente sentenció el choque.
El atasco que sufrió la selección española ante Klemen Ferlin fue tremendo. Aun así, su buen rendimiento atrás y las paradas de Pérez de Vargas le permitieron mantener el tipo e incluso situarse tras 22 minutos por primera vez por delante en el electrónico (8-7).
Pese a la buena dinámica, la exclusión de Javier Rodríguez y Jorge Maqueda, una detrás de otra y con 8-8 en el marcador, bloqueó a España. Eslovenia aprovechó su superioridad y se disparó hasta el descanso al 8-11, con Dean Bombac como máximo anotador (cinco goles al intermedio).
Incluso pareció aguantar el esbozo de reacción de 'Los Hispanos' al comienzo de la segunda parte (11-14), pero ya no era el mismo partido. Los de Ribera, llevados en volandas por el grito de la grada de 'sí se puede', eran otro equipo.
Entre las paradas de Pérez de Vargas y los robos igualó el choque (14-14) e incluso se situó otra vez por delante (16-15), aunque ya fue definitivo a partir del 17-16 con un tanto de Dani Dujshebaev. 'Los Hispanos', en su versión más guerrera, más corajuda, se instalaron con tres tantos de ventaja a diez minutos del final (20-17).
Eslovenia se resistió (20-19), pero lo único que pudo hacer fue aplazar a los últimos minutos la sentencia de España, que no llegó de forma definitiva, ya ineludible, hasta que a falta de poco más de un minuto Dani Fernández robó un balón y marcó a la contra.
España sacó al final su garra y resucitó a tiempo en un partido trascendental para los cruces, gracias sobre todo a una actuación impresionante de Gonzalo Pérez de Vargas, autor de quince paradas, con un 43 por ciento de porcentaje, y al carácter del equipo para remontar y evitar un tropiezo que hubiera complicado notablemente su participación en los Juegos.
25 - España (8+17): Gonzalo Pérez de Vargas, Garciandia, Tarrafeta (1), Dani Dujshebaev (5), Aleix Gómez (7, 3p), Serdio, Dani Fernández (4) -equipo inicial-, Casado (2), Alex Dujshebaev (2), Javi Rodríguez (1), Maqueda (3), Rodrigo Corrales (ps)
22 - Eslovenia (11+11): Klemen Ferlin, Dolenec (1), Bombac (5, 5p), Mackovsek (1), Janc (2), Blagotinsek (2), Kodrin (4) -equipo inicial-, Jovicic, Zarabec (2), Horzen (3), Vlah (2), Novak, Lesjak (ps)
Marcador cada cinco minutos: 1-2, 3-4, 4-5, 6-6, 8-7, 8-8, 8-11 (descanso); 11-13, 14-15, 17-16, 19-17, 22-20.
Árbitras: Charlotte Bonaventura y Julie Bonaventura (FRA). Excluyeron por dos minutos a los eslovenos Kodrin, Dolenec, Bombac y Janc, y a los españoles Javi Rodríguez, Maqueda y Alex Dujshebaev.