Desastre, sufrimiento y redención de Carolina Marín en París

Mucho más sufrido de lo esperado, y es que durante mucho tiempo pareció que Carolina Marín podía quedarse fuera de París 2024 en los octavos de final ante la estadounidense Zhang, pero la onubense, a base de sufrimiento, y yendo muy poco a poco consiguió una remontada durísima que le da aún más opciones de estar más cerca de las medallas en estos Juegos Olímpicos, donde busca su segunda presea tras el oro de Río 2016.

La española remontó un partido que empezó torcido para ella y logró clasificarse para los cuartos de final al ganar a Beiwen Zhang por 12-21, 21-9 y 21-18, en 68 minutos de encuentro. Carolina perdió el primer set por 21-12 ante una rival que se mostró superior, que sorprendió con su variedad de golpes a la española. Tanto ángulos cortos como dejadas y globos que ponían el punto a su favor, forzando el fallo onubense. Un parcial de 7-0 para ponerse 11-3 marcó el camino de Zhang para anotarse la primera manga. Pero en en el segundo acto el comienzo fue más equilibrado, y la española tomó el mando en el marcador. A 'palos', tanto Carolina como Zhan mandaban volantes envenenados daban lugar a auténticos puntazos.

Un toma y daca que favoreció a Carolina, que no se rindió hasta llevarse un segundo set muy competido por 21-19. Carolina, con su mejor versión, le devolvió la bofetada inicial a Zhang. Y la emoción se trasladó al tercer set, el decisivo. Un empate en el resultado, en el dominio del juego y en la creación de puntos espectaculares. Y lo peor, para empezar un 5-2 adverso que se convirtió en un 6-6 en evolución de juego. Equilibrio, igualdad y todo por decidir. Por primera vez en el set se puso por delante la española con un 8 a 6. Un momento delicado para Zhang, que dejó pasar algún volante.

Ahí parecía casi hecho, porque cuando Carolina se crece ya es difícil pararla, pero la cabeza de serie número 9 tampoco se quería rendir antes de tiempo y empató a 13. Momentos de tensión, de asegurar los golpes y evitar fallos y jugar con la presión del contrario. Con los nervios a flor de piel, un remate picado de Carolina la adelantó 2 puntos y otro de la americana puso el 17-16. Un último acelerón de la española, que buscaba forzar los fallos de su rival, y finalmente impuso la experiencia y su calidad para asegurar el pase a cuartos.