Francisco Salas3 min lecturaUno de los momentos que más se van a recordar una vez que pasen los Juegos Olímpicos de París va a ser sin duda la lesión de Carolina Marín, quien en las semifinales del bádminton femenino, y cuando estaba muy cerca de la final, se volvió a destrozar la rodilla por tercera vez en su carrera. Ligamento cruzado, menisco externo y menisco interno, una lesión durísima que no solo le ha privado del sueño de su segundo metal olímpico, ocho después de coronarse en Río, si no que puede ser el fin de su carrera, aunque tras lo que ha publicado en redes sociales este martes, puede haber esperanzas de que siga en la pista.
"Yo sí cumplí los sueños de una niña que salió de Huelva hace mucho tiempo, pero tenía otros por cumplir. No pasa nada, la vida sigue y yo seguiré buscando mis sueños. Ahora empieza otro camino, pero que ya conozco...", esto fue una parte del comunicado que la volantista de Huelva publicó en sus redes, y del que se puede sobre entender que si ya dos veces pasó por una rehabilitación, ahora está preparada para tratar de hacerlo por tercer vez y volver, una vez, a la élite más absoluta del bádminton mundial. Y es que ella tiene claro que si trabaja duro y se esfuerzas más que nadie en cumplir su sueños, estos "se pueden hacer realidad", aunque reconoce que "no siempre ocurre".
Lo que ha confesado es que el domingo sufrió uno de los momentos "más difíciles" de su vida, y aunque han pasado unos días, aún necesitará "más tiempo" para asimilarlo bien. "Supongo que la vida nos pone en situaciones que no queremos vivir y que nadie merece, pero debemos asumirlo y llevarlo de la mejor manera posible". Además, por eso mismo es un motivo más de pensar en que es posible y puede lograrlo.
El mundo del deporte, y lo que no es el deporte, se ha volcado con ella, que "nunca había recibido tanto cariño", y para ella está siendo "inabarcable". Pero también quiso acordarse de su rival del sábado. "Seguro que me dejáis destacar a una persona: animé a He Bingjiao a disputar un buen partido en la final, porque la deportividad estaba por encima de todo". Y es que la china tuvo un gesto que va a quedar para el recuerdo, cuando subió a recoger su medalla de plata, con un pin del comité olímpico español. "El momento del podium es uno de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás y siempre le estaré increíblemente agradecida".