Ahora sí, el mundo del tenis le ha despedido como se merecía. Andy Murray jugó ayer su último partido como profesional en el torneo de dobles de los Juegos Olímpicos de París 2024. Lo hizo junto a su compañero y amigo Daniel Evans, que no podía evitar las lágrimas de emoción, y claudicó frente a los estadounidenses Taylor Fritz y Tommy Paul.
Y mientras los norteamericanos celebraban su victoria, la grada entera ovacionaba al británico, que se dirigió al centro de la pista del recinto Suzanne Lenglen, alzó sus brazos y agradeció el gesto.
Era un adiós definitivo. Anunciado, pero definitivo. Tras resucitar de sus cenizas una y otra vez en las rondas previas a base de salvar puntos de partido, esta vez no pudo más. Y, ahora, todo son elogios y despedidas para él. Como la que le ha hecho el murciano Carlos Alcaraz.
"Fue un privilegio compartir pista contigo, Andy. Enhorabuena por tu legendaria carrera y ser un ejemplo para todos. Siempre tendrás un fan aquí", reza el mensaje de Carlos, de quien Murray se ha proclamado aficionado en otras ocasiones.
Pero, sin duda alguna, el mensaje más curioso ha sido el del propio Andy Murray. El tenista británico, minutos después de colgar la raqueta, ha hecho gala de su humor y ha subido una publicación despidiéndose a él mismo con el siguiente texto: "De todos modos, ni siquiera me gustaba el tenis".
Y lo primero que hizo una vez confirmada su retirada fue opinar libremente sobre quién quería que se hiciera con el oro en París. Lo hizo en la rueda de prensa tras su último duelo, y tal como desvela CLAY, el escocés manifestó que desea "que Novak Djokovic gane la medalla de oro" en París: "Significa mucho para él, cada vez que juega por su país puedes ver que le importa bastante. Sería fantástico que pudiera lograr el oro olímpico".
En este mismo sentido, el de Dunblane recalcó que los partidos "más importantes" de su carrera tuvieron lugar ante el serbio, a quien derrotó para conquistar su primer Grand Slam (US Open 2012) y su primer Wimbledon (2013).
Cabe recordar que Murray durante años convirtió el 'Big Three' en 'Big Four, compartiendo gloria con Roger Federer, Rafa Nadal y el propio Djokovic. Hasta que en 2019 llegó la lesión que le cambió la vida, la operación de cadera. Fue ahí donde comenzó su descenso y los primeros pasos de su retirada.