Antonio José Medina4 min lecturaAna Peleteiro, cuya participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 arranca este viernes con las preliminares del triple salto, ha exlicado cómo están siendo sus primeros días en la Villa Olímpica y en la capital francesa, y ha desvelado algo que le habrá costado mucho renunciar.
"Desde que llegué a la Villa parece que son mis primeros Juegos porque en Tokio todo estaba vacío. En el comedor he estado con la kazaja Olga Rypakova y en Tokio teníamos miedo a hablar con la gente. La experiencia es muy 'guay', pero no hay que distraerse con los diez mil estímulos de la Villa", señalaba la triplista gallega, a la que se veía ilusionada con lo que está viviendo y con lo que le espera.
En Tokio tuvo que competir con un estadio vacío y todo era distanciamiento y tristeza. No parecían unos Juegos Olímpicos, como ella misma aprecia, de ahí que se le vea tan ilusionada. "En estos términos estoy muy ilusionada y con ganas de ver cómo se va a llenar el estadio para el deporte rey de los Juegos. Estoy con muchas ganas y confiada en sacar esa mejor versión mía que tanto espera y disfruta la afición", afirma Peleteiro.
No obstante, el ambiente que vive en París no es lo único que preocupa a Ana Peleteiro, quien ve demasiadas expectativas a su alrededor y quiere mantener los pies en el suelo. "La palabra estrella me parece desmesurada, no lo creo ni mucho menos. Sí me considero una persona con mucha luz que trata de dar buenas energías a la gente que tiene al lado. Ojalá en unos años sea un referente para niños que serán el futuro el día de mañana", afirma la atleta gallega.
"Aprecio estar aquí más que en Tokio. Antes no era tan consciente. El hecho de apartarme un año y medio me ayudó y enseñó a apreciar el deporte de alto nivel. Ahora he empezado de cero y nunca tuve que empezar de cero. Saco eso de reflexión", añade Peleteiro, que echará en falta a su amiga Yulimar Rojas, aunque eso también la convierte en una de las grandes favoritas para suceder a la venezolana en los Juegos Olímpicos.
La de Ribeira, por ello, ha renunciado a algo en lo que siempre está muy activa. De hecho, justo antes de los Juegos Olímpicos tuvo su enésimo encontronazo en redes sociales. En su caso por motivos racista. Ahora ha dejado esto a un lado, aunque por otros motivos: la expectación que había sobre ella y París 2024.
"Me he quitado las redes sociales por eso, porque la expectación de la gente no me la esperaba. Tener un Europeo hace menos de un mes hace que la gente sueñe y apueste por ti. Y eso es todo un orgullo y hay que estar concentrados en el trabajo que he hecho con Iván Pedroso y mi terapeuta, pero reconozco que el cariño que tengo cuando veo las redes es especial", apuntó.