El corredor Cristian Valenzuela, con cuatro Juegos a sus espaldas, se lanzó a las pistas en la prueba de 1500 metros junto a su guía y aunque quedó en séptima posición, agradeció el mensaje del deporte paralímpico en Tokio.
El chileno, de 38 años y una gran trayectoria internacional, protagonista del primer oro para su país en unos Juegos Paralímpicos en Londres 2012. Campeón en varios mundiales, corrió hoy en la modalidad T11 midiéndose con otros atletas ciegos.
Logró una marca de 4:30.04, por debajo del brasileño Yeltsin, quien con 3:57.60 anotó un nuevo récord mundial, el nipón Wada (4:05.27) y el ruso Rudakov (4:05.55), y a pesar de un resultado que le dejó "un poco triste", se sintió agradecido por el momento único y complejo de haber llegado a Tokio durante la pandemia.
"En Tokio el deporte paralímpico ha dado un mensaje de solidaridad, de optimismo, para que el mundo pueda seguir adelante y la gente seguir con sus sueños", afirmó en entrevista a Efe un paratleta que divide su tiempo en Chile entre el deporte y la motivación a los demás.
A pesar de la pandemia, Valenzuela considera que para él esta "fue una oportunidad para encerrarme en casa", tras haber corrido durante décadas y obtener los máximos logros internacionales.
En Londres se colgó la medalla de oro en la modalidad 5000 metros, otra de las pruebas en la que siempre compite y que también culminó el pasado viernes en la capital anfitriona en octava posición con una marca de 17:15.14.
Cristian Valenzuela perdió su visión a los 12 años por un glaucoma congénito. Cuando eso ocurrió buscó algo que lo motivara: "Encontré el atletismo y sentí que era el lugar en el que debía estar. Corría para mantenerme saludable, me di cuenta de que había competiciones y así empezó todo", comentó hace unos años.
Atleta del año en 2012 y 2015 en Chile, fundó hace unos años la Fundación Fortaleza con el objetivo de promover el paradeporte y educar a las personas con discapacidad en su país.
"Llegó Matías Silva, segundo mejor guía de Chile y tenerlo a mi lado ha sido una motivación y brisa nueva", dijo el paratleta Valenzuela de su fiel compañero en Tokio.
El guía corre con el atleta y su trabajo resulta imprescindible para que los deportistas ciegos no se caigan ni se salgan de la pista y crucen la meta, un tándem que en Valenzuela-Silva demuestra el esfuerzo y trabajo de equipo dentro y fuera de la competición.
"Estoy contento de que aceptase ser mi guía, esta fue nuestra primera competición juntos y queda mucho por trabajar y dar. El nivel internacional está altísimo pero creemos que podemos seguir representando a Chile", dijo Valenzuela y a pesar de asegurar "estar en declive" competirá en los mundiales del próximo año.
"Estos eran mis últimos Juegos, era una forma de despedirme, pero llegó Matías a motivarme y creo que vamos a seguir trabajando", sostuvo el atleta sin atreverse a descartar París 2024.
Durante los Juegos de Río 2016, Cristian Valenzuela se perdió la prueba de 5000 metros debido a una lesión y aunque quedó cuarto en la de 1500 metros, finalmente fue descalificado porque los jueces aplicaron el artículo 7.10 del reglamento.
Según este reglamento del Comité Paralímpico Internacional (CPI), no está permitido que el guía empuje al atleta durante la carrera, algo que los jueces consideraron que ocurrió.
En Tokio, el tándem Valenzuela-Matías se mostraba contento por lo logrado, a pesar de que empezaron a trabajar juntos a falta de trece semanas de la competición internacional.
"Acompañar a Cristian es una gran oportunidad para mí", afirmó a Efe el guía Matías Silva, mientras se aseguraba de que Valenzuela estaba bien situado durante la entrevista en la zona mixta.
"Como atleta estoy acostumbrado a trabajar solo y aquí uno se da cuenta de que no puede ir ni más adelante ni más atrás, si ganamos, ganamos juntos, y si perdemos, perdemos juntos" explicaba de su "muy satisfactoria experiencia" como guía en Tokio.
"Hicimos trece semanas de trabajo solamente, Cristian tiene mucho compromiso y haber llegado a la final es súper grande", afirmó.
"Hoy día nos ilusionamos y por eso tiene un poco de decepción porque es un soñador y yo también soy un soñador y que se junten dos soñadores es algo lindo", comentó emocionado el guía.
Según Silva, lo más difícil de la competición ha sido el cansancio, al haber juntado "tres pruebas en un clima difícil", con máximas de calor y humedad en la capital estos días.