Dicen que cada uno recoge lo que siembra y eso es lo que le está pasando ahora a
Luis Enrique Martínez. El entrenador del
F.C. Barcelona nunca ha escondido su animadversión hacia la prensa y ahora esta no va a tener piedad con él.
Al Luis Enrique futbolista siempre le caracterizó su fuerte temperamento y su mal perder, algo que también está demostrando en su faceta como entrenador. Tras la
humillante derrota ante el PSG en el Parque de los Príncipes,
el técnico asturiano se enfrentó a Jordi Grau, periodista de 'TV3', medio muy afín al club culé, por el "tono" empleado por Grau a la hora de entrevistarle. Incluso dicen que tuvieron que sujetarle para que la cosa no fuese a mayores.
No sé que espera
Luis Enrique de la prensa, la cual sólo hace su trabajo. El asturiano no debe olvidar que representa a uno de los mayores clubes de fútbol del mundo y que cada desplante que hace a un periodista deja en evidencia a la entidad, que, por otro lado, es muy dada a quedar mal en los últimos tiempos.
Luis Enrique está sólo desde que llegó al banquillo del
Barça en 2014. Su personalidad es muy fuerte y desde el principio fue por libre, para lo bueno y para lo malo. Teniendo problemas con jugadores, prensa e incluso aficionados. Supo arreglar sus diferencias con Messi y los pesos pesados del vestuario y decidió continuar, pero cuando la cosa se tuerce siempre es él el cuestionado y su comportamiento no ayuda para que alguien salga en su defensa.
Parece que esta será la última temporada de 'Lucho' al frente del Barcelona, y
Luis Enrique quiere 'morir' con sus ideas y siendo tal y como es. Esta temporada está volviendo a ser él que fue cuando llegó. Contradice a
Piquè en rueda de prensa, sienta a Messi o Neymar y continúa con sus desplantes hacia la prensa, llegando a pasarse, como hizo en París. Si algo nunca se le podrá achacar a
Luis Enrique es que no ha sido sincero. Aunque sólo él sabrá si le ha merecido la pena o no.