La soledad de Luis Enrique en el Barça

La soledad de Luis Enrique en el Barça
- José Antonio Rivero (@joseriverof)
José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 3 min lectura
Dicen que cada uno recoge lo que siembra y eso es lo que le está pasando ahora a Luis Enrique Martínez. El entrenador del F.C. Barcelona nunca ha escondido su animadversión hacia la prensa y ahora esta no va a tener piedad con él.

Al Luis Enrique futbolista siempre le caracterizó su fuerte temperamento y su mal perder, algo que también está demostrando en su faceta como entrenador. Tras la humillante derrota ante el PSG en el Parque de los Príncipes, el técnico asturiano se enfrentó a Jordi Grau, periodista de 'TV3', medio muy afín al club culé, por el "tono" empleado por Grau a la hora de entrevistarle. Incluso dicen que tuvieron que sujetarle para que la cosa no fuese a mayores.

No sé que espera Luis Enrique de la prensa, la cual sólo hace su trabajo. El asturiano no debe olvidar que representa a uno de los mayores clubes de fútbol del mundo y que cada desplante que hace a un periodista deja en evidencia a la entidad, que, por otro lado, es muy dada a quedar mal en los últimos tiempos.

Luis Enrique está sólo desde que llegó al banquillo del Barça en 2014. Su personalidad es muy fuerte y desde el principio fue por libre, para lo bueno y para lo malo. Teniendo problemas con jugadores, prensa e incluso aficionados. Supo arreglar sus diferencias con Messi y los pesos pesados del vestuario y decidió continuar, pero cuando la cosa se tuerce siempre es él el cuestionado y su comportamiento no ayuda para que alguien salga en su defensa.

Parece que esta será la última temporada de 'Lucho' al frente del Barcelona, y Luis Enrique quiere 'morir' con sus ideas y siendo tal y como es. Esta temporada está volviendo a ser él que fue cuando llegó. Contradice a Piquè en rueda de prensa, sienta a Messi o Neymar y continúa con sus desplantes hacia la prensa, llegando a pasarse, como hizo en París. Si algo nunca se le podrá achacar a Luis Enrique es que no ha sido sincero. Aunque sólo él sabrá si le ha merecido la pena o no.