Se le ha puesto el listón altísimo, como a todos los jugadores que llegan al
Sevilla. Se le ha criticado desde que comenzó la temporada porque ni marcaba, ni participaba activamente en el juego del equipo. Quien más ha confiado en él ha sido
Julen Lopetegui y el derbi ante el
Betis ha reforzado al entrenador, que ya tenía muchísimos puntos a su favor, y a
Luuk de Jong, que marcó el tanto de un triunfo que queda para la historia.
Un golazo. Un gran gol con el suspense del
VAR -no estaba en fuera de juego-, que deja al
Sevilla cuarto, en zona de
Champions, a un punto del líder, y al
Betis a las puertas del descenso. Se esperaba la titularidad de
Chicharito, pero formó en el once
Luuk de Jong y el delantero holandés gana crédito y va a tener tiempo para demostrar sus cualidades. Habrá un antes y un después al derbi para él.
Podría haber sido el derbi de
Ocampos -el argentino marcó y es un espectáculo-, el de
Loren -otro gol para empatar un encuentro que lo tenía muy cuesta arriba el conjunto de Rubi-, pero el protagonismo se lo lleva
De Jong y
Vaclik, que evitó el empate del conjunto bético en un remate del
Álex Moreno.
Encuentro igualado que ganó el equipo más hecho, con las ideas más claras. Rubi mantuvo su defensa de tres y el
Sevilla su estilo y su permanente espíritu competitivo. Hubo derbi,
Rubi sigue al frente, y
Lopetegui y
De Jong se consagran.