En
Bakú, en la 'Ciudad del viento' en azerbayano, ha quedado constancia de que los aires soplan a favor de este
Sevilla del triunvirato
Monchi-Lopetegui-Castro. La jugada perfecta. Arrancar la nueva edición de la Europa League con triunfo, alcanzando el liderato del grupo, sin lesiones y sin acumular demasiado desgaste para afrontar con garantías la cita realmente importante, la del domingo ante el Madrid.
La gran noticia es que Lopetegui introduce siete cambios en el once inicial (sólo repitieron
Vaclick, Diego Carlos, Jordán y Oliver Torres) y no baja el nivel general de un equipo que sabe competir y que suma un cuarto triunfo a domicilio. Se escribe pronto, pero el grado de dificultad es muy alto.
Julen quería enchufar a más futbolistas y ha logrado su objetivo. El Sevilla domina los partidos, sufre muy poco en defensa -un solo tanto encajado en 5 partidos- y, de momento, está encontrando el gol. Ante el Qarabag, para ser exactos, tres golazos.
Chicharito, en un libre directo marcado magistralmente; Munir, con una 'cucharita' exquisita tras asistencia genial de
Banega; y Óliver Torres, con una media chilena tras una buena jugada asociativa con centro de
Pozo y asistencia del
Mudo Vázquez.
Hay 'plan B'. Hay equipo en toda la dimensión de la palabra. Pozo se destapa como el 'nuevo Navas' en el lateral. Óliver sabe hacer de Banega, quien deja de ser imprescindible, y
Gudelj no desentonó supliendo a Fernando. Chicharito trae gol. Algunos errores de
Koundé y menos profundidad con Escudero que con
Reguilón.
Minutos para
Rony Lopes y mejora en su carta de presentación respecto a lo mostrado ante el Celta -más velocidad y el espíritu incisivo que de él se espera-. Hasta Dabbur encuentra el debut esperado y muestra sus ganas y su carácter asociativo junto a Banega.
Queda un mundo, pero el
Sevilla juega bien al fútbol. Gana partidos y, de momento, lidera LaLiga y su grupo en Europa.