El
'efecto Caparrós' sigue vivito y coleando. Seis puntos de nueve y la sensación de haber creado en muy poco tiempo un equipo equilibrado que sabe a lo que juega y que, aunque perdió ante el
Valencia, lo hizo siendo bastante mejor que el conjunto che. La grada percibe la evidente mejoría y el encuentro acabó con la afición coreando el nombre del utrerano.
Sin prisas, demostrando la fortaleza mental que también exige
Caparrós, sin salirse del partido a pesar del desesperante criterio al amonestar del valenciano
Martínez Munuera -Navas cayó en la trampa, pero se asegura jugar el derbi-, el
Sevilla acabó haciendo vulnerable a un rocoso
Alavés que sólo le generó una ocasión de gol en los minutos finales y cuando ya perdía 2-0.
En la mejoría y en esa sensación de equipo compacto, desde luego, ha influido directamente la presencia de
Gonalons. Espectacular. Sobresale respecto al resto. Salvo un par de errores puntuales, dos pérdidas de balón en la segunda mitad que pudieron costar caros, siempre estuvo en el sitio y ve el fútbol con una facilidad asombrosa. Aporta en la resta, le da otra dimensión al juego aéreo -gana todos los balones divididos-, tiene calidad en el desplazamiento de balón y casi siempre elige la opción que da ventaja a sus compañeros.
La enorme aportación de
Gonalons y el incansable
Navas -su emoción la contagia a la grada- fueron determinantes en un triunfo muy importante que devuelve al Sevilla a Europa y en el que pusieron los goles
Roque Mesa (golazo y lesión) y
Sarabia (muy buena definición y magnífica asistencia de
Ben Yedder).
Rog sustituyó a
Roque y demostró que puede aportar mucho al equipo. Movilidad, agresividad y buen manejo del balón. A
Promes no se le buscó a pesar de que entró fresco para ocupar la plaza de un
Mudo irregular que prolongó muchos balones aéreos en su banda. Y también tuvo algunos minutos con poco protagonismo
André Silva, a quien echa en falta, sobre todo,
Ben Yedder.
Triunfo de valor para seguir vivo en la lucha por la
Champions y alegría para una afición con ganas de derbi; que ya canta por campanilleros y que ha recuperado la fe en su equipo de la mano de Caparrós.