El 'Alma' de Gabino Rodríguez

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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El 'Alma' de Gabino Rodríguez
- Joaquín Adorna
Tuve la suerte de pasar muchas horas con él durante el par de años que estuvo con nosotros en ESTADIO Deportivo, aportando sus conocimientos sobre fútbol y contando muchas de sus vivencias a través de nuestras páginas. La vida de Gabino Rodríguez da para un libro, sin duda. Tenía ese sueño entre ceja y ceja, y lo ha conseguido. Me alegro muchísimo por él. 'Alma' se titula. Lo ha presentado ya. Un éxito independientemente de si se venden muchos o pocos ejemplares, porque ese libro es el culmen a una historia personal de superación.

Me pidió Manolo Nieto, responsable de comunicación de la editorial que edita la obra (Punto Rojo Libros) una breve frase definiendo a Gabino para incluirla en el libro. Aunque no me gustan las etiquetas, ni es posible acercarse a la complejidad de una persona en unas cuantas palabras, no podía decir que no: "Un genio de corazón grande y atrevido. Siempre regateando: a la vida y, a veces, a la mano tendida de sus mejores amigos".



Gabino es un tipo genial, valiente y divertido. Merece la pena tenerlo cerca porque vive con la misma listeza con la que se movía en el campo. Tuvo mucho, se rodeó mal, cayó, pero ha sabido levantarse. Hay errores que, quizás, le van a perseguir toda la vida, pero en el balance general no me cabe la más mínima duda de que se ha hecho más daño a sí mismo que a los demás.

Gabino ha vivido tanto, tan intensamente, que cuando encuentra la frase que define situaciones que ha atravesado en su vida la graba a fuego en su mente. "El que sufre tiene memoria, recuerda eso siempre Joaquín", me decía una y mil veces. Y él sufrió. Invirtió donde no debía, se le quedó la nevera vacía, regresó al Betis, no supo quedarse y encontró el dolor en el alma que da nombre a su libro. "Cuando la voz de tu enemigo te acusa, el silencio de tu amigo te condena", dice con otra frase de su interminable catálogo. Donde hubo fuego quedan rescoldos para futuros errores. Gabino se agarró al amor de su mujer y ha puesto su alma en un libro con sus verdades. Dueño de su relato y de su destino.