Tenía Serra Ferrer una difícil papeleta que resolver en la portería del Betis. A
Adán, con gran predicamento entre los aficionados y entre la prensa por su extraordinario rendimiento, le quedaba un año de contrato y el club no tenía prisas por renovarle. No le amplió ni le mejoró su contrato, de hecho, a pesar de que Adán ejercía un importante liderazgo en el vestuario y se había ganado el respeto de todos. Serra tenía un plan, fichar al joven
Pau López, lo pudo ejecutar con éxito y ya se puede decir que ha sido uno de sus grandes aciertos.
Fichó a un portero libre que ya ha debutado con la selección absoluta, por lo que ha aumentado considerablemente su valor en el mercado; lo ató para un lustro, hasta 2023, y con él y
Joel -fichado por cuatro temporadas- queda cubierta con estabilidad y garantía la portería del Betis para los próximos años.
Pau ha transmitido seguridad desde el primer momento, le ha ganado el pulso por la titularidad a Joel, empieza a ganar puntos y partidos (hizo intervenciones de muchísimo mérito ante la Real Sociedad) y ha logrado que nadie hable de la alargada sombra de Adán, algo que hace unos meses
parecía misión imposible.
El Betis tiene portero,
un porterazo. Pieza clave para cualquier equipo que tenga grandes aspiraciones. Joven y con gran proyección, cumplirá 24 años el próximo 13 de diciembre. Dejó su casa, el Espanyol, el club en el que se formó, y decidió aceptar la oferta del Betis pese a que tenía otras muchas encima de la mesa. Apostó por un club en crecimiento y de la aventura, de momento, sale ganador.
Él y su mentor, Lorenzo Serra Ferrer.
Joaquín Adorna
