Seguramente usted no conocía a Julián Moreno, un joven nacido en 1984, licenciado en Derecho, y concejal del Ayuntamiento de Sevilla y diputado provincial por Participa Sevilla. A través de la fuerza mediática del fútbol, del Betis y del 'caso Zozulya', que está adquiriendo una dimensión mundial, el tal Julián se ha puesto en el escaparate ofreciendo sus peores servicios: torpeza y cobardía. Hay que ser muy torpe para atacar a un equipo tan representativo de la ciudad y muy cobarde para borrar su inaceptable mensaje, del que hay capturas en esa trituradora llamada Twitter: "Vaya asco que dan los jugadores del Betis y los directivos de LaLiga apoyando al neonazi Zozulya, cada vez soy más fan del Rayo". "Y creo que también voy a empezar a ser fan del Bayern de Munich", ha indicado en un segundo tuit refiriéndose a las pancartas mostradas contra el nazismo por seguidores del club alemán: "Echa a los nazis fuera del fútbol, Zozulya vete ya". El atrevimiento de la ignorancia de quien se ha reafirmado en vez de disculparse y de asumir su grave error. El Betis, que ha anunciado que se querellará contra Pablo Hasel por desear que se estrellara el avión en el que viajaba el equipo, también ha condenado los insultos del concejal que debería "dedicarse a solventar los problemas de los sevillanos" y que ha dibujado, en un minuto de gloria, su autorretrato: torpe, imprudente y cobarde.
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