La sonrisa de Charly Musonda se apaga cerca del Benito Villamarín. El belga, un tipo afable donde los haya, no está teniendo este año el protagonismo que esperaba en su segunda etapa en las filas del Real Betis.
Por un lado, los aficionados se echan las manos a la cabeza, ya que no entienden la falta de minutos del habilidoso extremo cedido por el Chelsea. Sin embargo, tal y como se está dando el año, en el club no verían con malos ojos que el club londinense pusiera fin a su periodo como bético. Y es que, ya lo dijo Torrecilla, "al Betis le puede costar más económicamente si en lo que resta de temporada no juega un número determinado de partidos". Así puestos, por qué no prescindir de él.
Es cierto que el de Bruselas es un jugador distinto, de los que hay pocos en el mundo por su manera de entender el fútbol. Sin embargo, Víctor Sánchez del Amo ha llegado con unas consignas muy claras y un esquema definido en el que parece que el ´7´ no tiene cabida, al igual que otro extremo como Nahuel, pues con el 1-5-3-2 las bandas son para los carrileros, lugar que exigiría al belga unas aptitudes defensivas que no tiene. De hecho, en los 13 minutos disputados ante Las Palmas, Musonda se situó en la punta de ataque, una zona en la que ahora mismo tiene por delante a Rubén, Joaquín, Sanabria y Alegría. Y es que así, sin hueco para él, mejor ahorrar dinero y liberar fichas para los refuerzos.