Alberto Zapater ha anunciado este jueves, a través de un vídeo que ha publicado el club en sus redes sociales, que deja el Real Zaragoza, lo que podría suponer ya su retirada del fútbol. "Ha llegado el momento de decir hasta pronto", dice. A sus 37 años, el capitán del Real Zaragoza dice adiós sin poder haber cumplido su sueño de devolver al equipo blanquillo a Primera División.
Tras las dudas por parte del director deportivo Juan Carlos Cordero de contar con él o no en el próximo proyecto y tras comunicarle ayer que no iba a ser renovado, Zapater pone punto y final a su etapa como zaragocista y ahora medita qué hacer en el futuro. Si colgar las botas definitivamente o continuar. Se va siendo el tercer futbolista de la historia del club con más partidos disputados, 421. Solo superado por José Luis Violeta y Xavi Aguado.
El club ha anunciado que Zapater será homenajeado y recibirá el cariño de todos los zaragocistas en el último encuentro de la presente temporada que se jugará en La Romareda el próximo sábado 27 de mayo.
El centrocampista también ha comunicado esta mañana a sus compañeros en el vestuario su decisión más difícil hasta el momento, después de que en 2009 también tuviera que dejar el club para irse traspasado por 4 millones de euros al Génova. Después también jugó en Sporting de Lisboa y Lokomotiv de Moscú para regresar a casa en 2016 con el objetivo de conseguir ascender con el Real Zaragoza como en 2009.
Han pasado 26 años desde que Zapater se unió al Real Zaragoza en categoría infantil. Desde entonces, son 12 temporadas, 13 goles y una Supercopa de España lograda como blanquillo en el año de su debut con el primer equipo en 2004.
Zapater fue una apuesta de Víctor Muñoz en 2004 cuando vio en él a un futbolista que se asemejaba a sus características a sus 19 años. Lo subió del juvenil al primer equipo e incluso disputó la Supercopa de España frente al Valencia. Un título que acabó en manos zaragocistas. El mediocentro estuvo en las filas aragonesas hasta 2009, donde vivió de todo. Jugó en Europa, descendió a Segunda y volvió a Primera. Entonces, el club optó por venderlo para mejorar sus maltrechas arcas. Se marchó al Génova y después al Sporting de Lisboa.
Su carrera continuó en el Lokomotiv de Moscú, donde comenzaron sus problemas de pubis que arrastró durante más de dos años en los que no pudo competir. Sin embargo, lejos de arrojar la toalla, el ejeano se acabó recuperando y regresó a su Real Zaragoza en el verano de 2016. Tuvo años en los que fue clave de nuevo y estuvo cerca de devolver a la entidad blanquilla a la máxima categoría pero no lo consiguió.
En estas últimas campañas, volvió a superar problemas físicos en la rodilla y, a pesar de comenzar en desventaja con sus compañeros, siempre acababa jugando y siendo importante. Igual que ocurrió en el actual curso. Todavía le queda fútbol en sus botas y su físico es una de sus virtudes ahora. Quería continuar y se había ganado en el campo la renovación pero los dirigentes han decidido que lo mejor es separar sus caminos.
La duda de si se retira del fútbol o jugará en otro lugar está en el aire. Si desea continuar, sus opciones pasan, quizá, por recalar en el equipo de su pueblo, el Ejea que está luchando por volver a Segunda RFEF o una nueva aventura internacional. Elija lo que elija y allá donde vaya llevará al Real Zaragoza en su corazón. El Real Zaragoza es él. Se marcha el león del escudo. Gracias, capitán.