El hecho de haber sumado tan sólo 7 puntos de los últimos 30 en juego, unido a la eliminación en la primera ronda de la Copa del Rey ante el modesto Atzeneta, ha hecho que el puesto de Fran Escribá como entrenador del Real Zaragoza penda de un hilo. Pero, pese a todo, los dirigentes del club maño han concedido un ‘match ball’ al valenciano en el derbi aragonés de este sábado ante el Huesca en La Romareda.
En este sentido, Escribá ha reconocido que el equipo está "fastidiado" por el mal momento que vive, después de un inicio de campaña que disparó la ilusión entre la afición con cinco victorias seguidas, mostrando su deseo de "que se note" que el cuadro zaragocista saldrá "a por el partido" frente a los oscenses.
El ex del Elche no pierde la esperanza y ha dejado claro, con respecto a la posibilidad de ser cesado en caso de un resultado negativo frente al Huesca, que no ha hablado de eso con los dirigentes del club, con los que mantiene contacto diario, insistiendo en la confianza que le han transmitido desde la entidad.
"Sabemos que somos capaces de ganar a cualquiera y esa confianza que tengo yo con los jugadores y ellos conmigo es la misma que tiene el club", aseguró, si bien también reconoció que la eliminación copera contra el Atzeneta fue un día "durísimo", aunque no fue el momento más complicado de su carrera porque ha vivido situaciones "muchísimo peores y más complicadas de revertir".
"Estoy absolutamente convencido que esto lo vamos a sacar y bien y no tengo ninguna duda, pero es lógico que ahora haya gente que dude. Sólo pienso en ganar mañana. Tengo el convencimiento de lo que lo vamos a revertir y mi confianza sigue intacta", sentenció.
Por otro lado, el preparador del cuadro maño también fue cuestionado por la reacción que puede tener la afición zaragocista tras la eliminación copera y el ambiente negativo que se puede generar, comentando que respeta lo que hagan sus seguidores porque nunca les han fallado, al contrario que el equipo.
"Queremos la victoria para devolverles algo de lo que les debemos porque se están portando espectacular con nosotros. Aun así, hago una petición de estar muy unidos. Hay gente que mostrará su descontento, pero yo no pitaría a mi equipo. Los noventa minutos son para animarnos, aunque lo primero que tenemos que hacer es dar si queremos recibir. Me gustaría que estuviéramos muy unidos, es un día para eso y para celebrar la victoria juntos", zanjó.