El Villarreal despertó prácticamente del sueño europeo en Vigo. La derrota encajada frente al conjunto gallego y la nueva victoria del Real Betis ha dejado a los de Marcelino con muy pocas opciones de alcanzar la séptima plaza que sigue en poder de los hispalenses.
Debido a ello, en la entidad castellonense tienen muy claro que deben ponerse manos a la obra con los fichajes del próximo curso lo antes posible. Y como Marcelino seguirá al frente del barco amarillo, la dirección deportiva y el técnico están fijando ciertos objetivos prioritarios en el mercado.
Así, considerando que la línea defensiva debe ser la primera en apuntalarse debido a los numerosos goles encajados en la presente temporada, un nombre ha sido subrayado en rojo en la agenda de la secretaría técnica. Es el del zaguero francés Logan Costa, joven futbolista que milita en el Toulouse.
A sus 23 años, ya destacó a finales de la pasada temporada al lograr un doblete en la final de Copa, y Marcelino, fiel seguidor de la liga francesa tras su etapa en el Olympique de Marsella le conoce a la perfección.
Eso sí, debido a su proyección no están solos en el marcado. Tanto el Atlético de Madrid en España como Nottingham Forest y Fulham en Inglaterra ya han mostrado también sus intereses en contratarle. Pese a ello, es el Villarreal el que parece ir más en serio y más adelantado, puesto que, según L'Equipe, los de La Plana han enviado emisarios para ver in situ al futbolista esta temporada en diversas ocasiones.
Sus 192 centímetros de altura le hacen ser un jugador muy poderoso en las jugadas a balón parado, tanto en defensa como en ataque.
En el presente ejercicio ha disputado 36 partidos y su precio podría rondar los 20 millones de euros, sin duda, el principal obstáculo para que aterrice en La Cerámica.
La llegada de Logan Costa podría ser la solución ideal para un Villarreal que no tiene claro que pueda contar con Mosquera una temporada más. Cabe recordar que el colombiano juega cedido por el Wolverhampton desde el mes de enero y que el jugador cafetero ya ha manifestado su deseo de continuar en el conjunto castellonense. Unas declaraciones que en los Wolves no han sentado nada bien y que será motivo, a buen seguro, para intentar negociar alguna compensación económica a partir del próximo 30 de junio si se mantiene en la idea de seguir en la liga española.