Su último partido en La Cerámica sonó a despedida y ahora, como era de esperar, los equipos interesados en contratarle van camino de hacer realidad ese prematuro adiós. Sí, hablamos de Samu Chukwueze, un jugador que ha firmado una excelente campaña en el Villarreal CF –sobre todo desde que cogió el equipo Quique Setién– y que ahora apunta a ser una de las grandes ventas del verano, posiblemente junto a su compañero Nico Jackson.
Quedándonos con Chukwueze, hace tiempo que conocemos los cantos de sirena que llegan desde la Premier League. Siendo un jugador rápido, potente y con uno contra uno, encajaría perfectamente en el vértigo que se vive en los partidos de la competición inglesa. Sin embargo, el último interesado en nigeriano no llega desde las islas, sino desde territorio italiano.
Según informa Gianluca Di Marzio de Sky Sports, el AC Milan ha puesto sus ojos sobre el talentoso jugador de 24 años. La entidad rossoneri sabe que la operación para conseguir hacerse con los servicios de Chukwueze tendría un coste elevado, pero no por ello ha renunciado a iniciar los contactos de cara a lograr su fichaje.
No le faltan motivos a la escuadra lombarda para tener ciertas reticencias respecto al precio de su pretendido. Con una cláusula de 80 millones de euros y un nutrido grupo de equipos tras sus pasos, todo apunta a que el extremo podría salir de tierras castellonenses por algo menos de 40 millones de euros, cantidad a la que está por ver que pueda llegar el Milan.
Y cuando hablamos de otros interesados no nos referimos a clubes de nivel medio. Según AS, el propio Real Madrid ha preguntado en los últimos días por Samu para reforzar su parcela ofensiva. Pese a tener asentado en el costado izquierdo a Rodrygo y dar por segura la vuelta para quedarse de Brahim Díaz, quien también se desempeña por ahí, en la entidad blanca entiende que contar con Chukwueze sería un importante impulso para su ataque.
Es justo esto lo que está animando a que los equipos levanten el teléfono. Pudiendo firmar gratis por otro club a partir del 1 de enero de 2024, el Villarreal no tiene toda la fuerza que le gustaría de cara a una negociación. Dando por hecho que la renovación es imposible, es hora de vender y sacar una buena suma por su activo. Querrán apretar, pero tampoco pueden volverse locos.