La situación de Gerard Moreno es más que preocupante. El delantero del Villarreal CF ha visto como lo que era un problema muscular leve que le apartaría un par de semanas del verde se ha terminado convirtiendo en otro que ha superado ya los dos meses... ¿Qué está pasando?
La lesión del internacional por España no es un misterio, pero casi. En este periodo de inactividad ha habido varios amagos de cara a su regreso, llegando a entrenar en algunas ocasiones con el resto de compañeros bajo las órdenes de Marcelino García Toral, pero tan rápido parecía ver la luz como se apagaban las luces; tanto es así que al empezar el trabajo para preparar un choque contra el Rayo Vallecano que sería finalmente aplazado por la trágica DANA que ha asolado España, Gerard no entrenaba. Y todo ello mientras hay cierto silencio a su alrededor, ya que el Villarreal no ha emitido parte médico alguno.
Pese a esa 'desinformación', conocemos con cierta exactitud qué está ocurriendo con Gerard. Según explicaba El Periódico del Mediterráneo el pasado 24 de octubre, el jugador había sufrido una nueva lesión, esta vez en el sóleo, una zona que además tiene ya muy castigada. Traducción: su periodo de baja ha pasado a ser indefinido.
Yéndonos al frío dato tenemos que el ariete ha jugado hasta la fecha solo dos partidos, los correspondientes a la primera y a la tercera jornada de LaLiga EA Sports. Fue tras ese tercer encuentro cuando se informó de una dolencia en los isquiotibiales que apuntaba más a molestias que otra cosa; es más, se le descartó para la cuarta fecha del campeonato y se daba por hecho que estaría para la quinta. Nada de eso. Las semanas han ido pasando y no es que no haya vuelto a jugar, es que casi no ha podido entrenar al nivel necesario como para volver.
Ver a Gerard lesionado no es nuevo. Tras dos campañas espectaculares con los castellonenses (2019-20 y 2020-21), en las dos siguientes (2021-22 y 2022-23) solo pudo saltar al verde en un total de 38 partidos. Mejoró en la pasada con 30, pero ahora ha vuelto a ver como su fútbol es apagado por los problemas físicos.
Con 32 años es obvio que volverá a jugar –esperamos que en poco tiempo– y que hará más goles vistiendo de amarillo, pero ello no quita que preocupa ver como una lesión que parecía sin importancia se ha terminado traduciendo en una concatenación de problemas que están convirtiendo su temporada en una pesadilla. El Villarreal está bien, pero estaría mejor con él.