Pacheta niega la evidencia y se aferra a un clavo ardiendo: "Estamos jodidos..."

"El vestuario está jodido... Cuando pierdes, ¿cómo vas a estar? Estamos todos jodidos". La primera respuesta de José Rojo, Pacheta, en zona mixta a la finalización del encuentro que su equipo ha perdido en la tarde-noche de este domingo ante el Athletic Club (2-3) denotaba nerviosismo. Lógicamente, habría sido imposible presentarse ante los medios defendiendo el 0-3 que campeaba en el marcador a la media hora, pero la reacción final a lomos de Gerard Moreno, autor de un gol y de la asistencia a Sorloth unos segundos después, 'maquillaba' el resultado y, quién sabe, si da un poco más de crédito al de Salas de los Infantes al frente de un Villarreal CF que no está en el precipicio, ni siquiera al borde, pero sí muy lejos de Europa (ocho puntos). El mejor de los locales, incluso, deslizó a pie de campo nada más terminar que, en medio de la frustración lógica, están "a muerte" con el entrenador burgalés.

"No creo que haya sido el peor partido que hemos hecho, aunque el resultado es duro. No podemos encajar tantos goles todos los días, porque te alejas de la victoria. Pero no tengo esa sensación, la verdad. Los momentos del partido no nos han sonreído, porque tuvimos el 1-1 en una jugada clara (se refiere a la vaselina de Sorloth en el mano a mano con Unai Simón que se marchó rozando el palo) y, en la siguiente jugada, nos hacen el segundo. Hay que ser mucho más contundentes y poner la flecha hacia arriba", añadía el preparador de los castellonenses, algo más calmado, que lamentaba errores corregibles a su juicio: "No podemos dejar tantos espacios, errar en situaciones tácticas... Hay que estar duros y contundentes". Y sabe de lo que habla, porque la jornada anterior, en Granada, le pasó al revés, con los nazaríes pasando de perder 0-3 en el minuto 28 a ponerse 2-3 del 29 al 34, aunque, como este fin de semana, el marcador ya no se movió más.

"Insisto en que hemos tenido el 1-1 ante un buen Athletic. Sabíamos de la dificultad de hacerles daño por dentro y de que había que atacar más por fuera, y lo hemos hecho; creo que preparamos convenientemente el partido. Hemos tenido situaciones claras para meternos antes en el segundo, pero el 1-3 y el 2-3 han llegado muy tarde. Es verdad que tenemos que mejorar mucho en contundencia y en no regalar cosas, pero al esfuerzo y a la actitud de los chicos no puedo ponerle ningún reproche", terminaba Pacheta, que defendió una vez más a un Dani Parejo que recibió continuos pitos de un sector de la grada (incluso antes de su error en el 0-2) y que se marchó con el mismo sonido ambiente, recibiendo un abrazo de su entrenador: "No es bueno que silben a ningún jugador, al que sea. Si encima es mío, no me gusta. Pero el chico va a seguir empujando. No hay más".