Jorgensen le da la razón a Quique Setién

Filip Jorgensen fue decisivo en el empate a cero logrado por el submarino amarillo ante el Getafe. El portero danés dio un recital de paradas en el Coliseum Alfonso Pérez, siendo determinante para su equipo. Sin duda alguna dejó pocas dudas en el debate generado en la portería tras el arranque y terminó por confirmar la teoría de Quique Setién antes de abandonar el Villarreal. Pepe Reina parece que continuará en el banquillo en las próximas jornadas.

El Villarreal, sostenido por un gran Jorgensen rascó un punto de oro en Getafe. Un partido que se vio marcado por la infantil expulsión de Baena que el cuadro azulón no supo aprovechar durante más de una hora. Dominó el equipo de Bordalás, pero mostró un juego plano y previsible que no le valió para doblegar al submarino que, en un ejercicio de convicción y sacrificio, sale reforzado del Coliseum.

El plan parecía que iba a crecer con la expulsión de Baena. Totalmente evitable. Iba picado y soltó un codazo cuando fue al suelo con Mitrovic. Torpeza, inconcebible en tiempos de VAR. Con 10 en el Coliseum y una hora por delante. Cada pelota era un Vietnam para los de Pacheta que nunca encontraron su fútbol y parecían entrar en bloqueo.

Antes de la roja, el Getafe ya mandaba. Apretando en la salida del balón, el partido se jugaba en el campo amarillo. Jorgensen firmó una gran primera mitad. Primero tras una doble parada al disparo de Óscar y posterior intento de Mata y, sobre todo, por el vuelo a mano cambiada para negar el gol a un muy activo Mayoral que la empaló con todo.

Se había generado cierto debate en la portería, provocado por la situación del submarino amarillo en este inicio de temporada. Los resultados no han acompañado al Villarreal y ante la falta de victorias los aficionados fijaron su mirada en la portería. La temporada pasada Pepe Reina fue el primer portero. Parece que el internacional español ha dado un paso al lado y le ha dejado todo por delante al danés.

La confianza de la dirección deportiva del club en Jorgensen es total, al igual que la mostrada por Quique Setién. El técnico vasco ya le dio su lugar al guardameta la temporada pasada tras la marcha de Rulli en enero. A sus 22 años tiene un futuro brillante por delante y el Villarreal tiene claro que necesita mimarle.