En su larga trayectoria deportiva, Carlos Marchena militó dos temporadas en el Villarreal, entre 2010 y 2012. Pero la relación entre ambos se ha mantenido desde hace más de una década y no precisamente de forma amistosa. Todo tiene que ver con la formalización de su salida del club castellonense para firmar por el Deportivo de La Coruña, la cual ha sido motivo de disputa en los juzgados.
Al respecto, el Tribunal Supremo ha dictado sentencia y la misma va en consonancia a lo que ya decidieron anteriormente la Audiencia Nacional y del Tribunal Económico Administrativo Regional de la Comunidad Valenciana. De este modo, la Justicia ha desestimado el recurso presentado por el que fuese también futbolista de Sevilla, Benfica o Valencia contra la sanción de 217.000 euros que le impuso Hacienda en su momento, al considerar que la rescisión de su contrato fue consensuada y no se produjo de forma unilateral por parte del con el club presidido por Francisco Roig.
Según apunta El Periódico de España, la sentencia recoge que la cantidad que el Villarreal le pagó a Marchena por la resolución de su contrato ascendió a 659.145,46 euros, pero el hecho de que fuese fruto de un acuerdo le impedía aplicarse una deducción del 40%. Por ello, se da la razón a Hacienda, que le practicó la liquidación y la consiguiente sanción.
El club castellonense, por su parte, “consideró tal cantidad exenta y, consecuentemente, no practicó retención sobre dicho importe en el momento de su pago ni abonó a la Hacienda Pública cantidad alguna en concepto de retención". Pero desde la defensa del campeón del mundo han insistido en todo momento en que “no es cierto” que existiese el referido acuerdo entre las partes.
En este sentido, se acusa al Villarreal de haber “presionado” a Marchena para que aceptase la citada indemnización, asegurando además que el pago de esa cantidad supuso un ahorro para el club amarillo de algo más de un millón y medio de euros. Además, los abogados defensores del que fuese internacional español argumentan que el club castellonense ya ofreció 660.000 euros en el acto de conciliación entre las partes y dicha cantidad rechazada por el sevillano.
“Al día siguiente de la recepción de la carta de despido (Marchena) presentó papeleta de conciliación, compareciendo el Villareal CF con los pagares extendidos con las mismas condiciones que en su momento le ofreció, pero presionando al actor, por lo que tuvo que optar por aceptar la indemnización o finalizar el acto sin avenencia e ir a la jurisdicción laboral", se recoge en este sentido en la sentencia del Supremo que, pese a todo, apoya la versión de un Villarreal que, de algún modo, respira tranquilo en esta esta batalla con su ex jugador.