Pese a que han salido y han llegado varios jugadores con respecto a la temporada pasada, el Villarreal parece competir como si nada esta temporada. El equipo de Marcelino durmió líder de LaLiga tras el encuentro frente al Celta de Vigo, un partido que abría la tercera jornada del campeonato doméstico. El submarino amarillo no sabe lo que es la derrota este año por el momento y ya ha demostrado su fuerte pegada de cara a gol, un factor que está siendo determinante en este curso.
El Villarreal ha igualado su mejor registro goleador en un arranque liguero de toda su historia. Con los cuatro goles marcados en el trepidante partido frente al Celta de Vigo (Sergi Cardona, Thierno Barry, Jailson p.p. y Dani Parejo) se completó un registro increíble. Hay que sumarles otros cuatro que consiguió en las dos primeras jornadas: empate contra el Atlético de Madrid en casa (2-2), en el que anotaron Danjuma y Koke en propia puerta, y el triunfo ante el Sevilla (1-2) con goles de Danjuma y Ayoze.
Para encontrar un arranque similar hay que remontarse al curso 2013-2014 cuando el equipo también estaba dirigido por el actual preparador, Marcelino García Toral, y se impuso de forma consecutiva al Almería (2-3) y al Osasuna (0-3), a domicilio, y al Valladolid (2-1), en La Cerámica. Entonces el Villarreal finalizó el campeonato en sexta posición con 59 puntos pero con 60 goles marcados, una cifra alejada del récord del club que está en 69 tantos, obtenido en el curso 2004-2005.
Marcelino García Toral se encuentra bastante satisfecho con su equipo en este arranque de la temporada, aunque sabedor de otras experiencias pasadas mantiene los pies en el suelo. "Tenemos que ir paso a paso. Aún estamos en agosto y conviene ser prudentes y humildes, y saber que para estar arriba al final tenemos que mejorar muchas coas, pero lo más importante es que tenemos capacidad. Si al talento le añadimos solidaridad, ambición y compromiso, y valores que siempre están en un buen equipo, pues al final podremos soñar. Ahora se trata de construir, mejorar y pensar que cada partido es una final", comentaba el técnico asturiano tras el encuentro frente al Celta de Vigo.
En la temporada pasada, el Villarreal se quedó a cuatro puntos de poder entrar en competiciones europeas. Precisamente por culpa de un mal arranque de la temporada que finalmente terminó revirtiendo la situación con la llegada de Marcelino. Este año el objetivo de entrar en Europa es claro, tras la gran inversión que ha hecho el club en este mercado de fichajes.