Los peores presagios se están haciendo realidad. El Valencia CF, colista en LaLiga EA Sports con tan solo siete puntos en 11 jornadas disputadas, ha confirmado este martes que perderá al menos durante las próximas semanas al delantero madrileño Hugo Duro por una lesión en el aductor izquierdo sufrida en el partido ante el Getafe CF, dolencia que causa gran preocupación en una entidad que necesita de todos sus efectivos para salir de la crisis que amenaza con mandarles a Segunda división.
La entidad valencianista informó en un comunicado que el ariete se efectuó varias pruebas este martes y que de estas se desprende que Hugo Duro "padece una lesión en la musculatura aductora de la cadera izquierda, sufrida en el tiempo de prolongación del partido frente al Getafe".
"Los servicios médicos han decidido que el delantero valencianista siga tratamiento médico y de fisioterapia", recalcó el Valencia sobre un jugador que ahora mismo es el máximo anotador del equipo, con dos dianas, y que ya se perdió al inicio de septiembre un par de encuentros por una lesión en el sóleo.
Rubén Baraja cuenta así con un sólo delantero centro, el también madrileño Dani Gómez, puesto que además de la baja de Hugo Duro, tampoco tiene al cartagenero Rafa Mir, que no juega con el equipo desde el pasado 31 de agosto por una presunta agresión sexual que le mantuvo dos semanas alejado de los terrenos de juego como 'castigo' y por una lesión en el recto anterior de la pierna derecha.
Lo cierto es que la situación de los che es más que preocupante. A una plantilla cogida con alfileres por la poca inversión se le suma una serie de lesiones que están mermándola aún más. Además, Hugo Duro fue esencial la pasada temporada al irse hasta los 13 goles en 37 partidos. En el presente la situación ha cambiado tanto como para que con solo dos goles sea el máximo anotador del equipo...
Esta es otra de las grandes preguntas que ya se hace el valencianismo. Aunque la confianza en Rubén Baraja ha sido plena en todo momento, los resultados mandan y los actuales invitan a pensar en un despido a corto plazo. Aunque la salvación está a solo dos puntos, las sensaciones que transmite el equipo son muy malas y, sin posibilidad de fichar hasta enero, cambiar de entrenador es el camino más habitual.