Rubén Baraja y la dirección deportiva del Valencia han recibido un duro golpe al conocer que se cancela el fichaje más deseado para el mercado de invierno al no recibir la autorización de Peter Lim para liberar la cantidad necesaria para hacerse con sus servicios de forma inmediata.
El Valencia ya había alcanzado un acuerdo con Carlos Vicente, extremo derecho del Racing de Ferrol, para las tres próximas temporadas, pero restaba por saber si la operación se podría llevar a cabo en el mercado invernal o había que esperar hasta junio, cuando el futbolista termina contrato y llegaría libre a Mestalla.
La presidenta del Valencia viajó a Singapur para transmitirle a la Peter Lim el plan de la dirección deportiva y el gasto que supondría cumplir el deseo de Baraja de reforzar ya esa posición para afrontar con más garantías lo que resta de temporada, y la respuesta del propietario ha sido negativa, lo que la dirigente ha transmitido de inmediato a Miguel Ángel Corona. Y es que, según la alta cúpula, no existe ahora mismo capacidad en el grupo para afrontar el pago de la cláusula de rescisión, que asciende a 600.000 euros. Tampoco tratará de negociar con los ferrolanos para llevárselo por un montante inferior.
El propio club gallego aseguró que ellos estaban atados de pies y manos en este asunto, pues nada podrían hacer si algún equipo pagaba el precio de liberación de uno de sus puntales. No ha sido el caso del Valencia, que, según la Cadena SER, se ve obligado a renunciar a la incorporación del extremo de 24 años, lo que trastoca por completo los planes de Rubén Baraja, necesitado de efectivos en los carriles.
Además, existe el problema de que, aunque existe un acuerdo verbal con Vicente, el hecho de no poder realizar su incorporación abre las puertas a los numerosos clubes que se han fijado en el maño, casos de Villareal, Celta, Getafe o Las Palmas, por lo que, en este momento, está en el aire incluso su llegada con la carta de libertad. Es más, cabe la opción de que lo fichen ya en enero.
Y es que, como asegura dicho medio, el futbolista se encuentra completamente frustrado por la decisión final del Valencia después de haberlo esperarlo durante un mes mientras competía en Segunda división con el Racing de Ferrol. Un mazazo para los valencianistas que refleja la verdadera situación del club.