José Antonio Rivero
El estadio de Mestalla fue testigo de un intenso duelo entre Vinicius y la grada local durante los 90 minutos del partido. Aunque no se cruzaron líneas rojas, la tensión estuvo presente en todo momento. Vinicius, con sus dos goles, se convirtió en el héroe del Real Madrid, pero también fue objeto de críticas y provocaciones desde las gradas. El jugador brasileño celebró su primer gol alzando el puño, evocando el gesto del Black Power, y en el segundo gol, respondió a los abucheos llevándose las manos a las orejas en un gesto desafiante hacia el público.
La afición valencianista, consciente del daño que ha sufrido el club y ellos mismos en su reputación, intentó pasar página, aunque algunos cánticos y gestos hacia Vinicius escaparon de su control. Pese a que se escucharon algunos insultos dirigidos al jugador, concretamente "tonto", la mayoría de la grada optó por abuchearlo de manera ensordecedora, buscando descentrar al rival como parte del juego pero sin entrar en problemas.
Mientras el foco estaba puesto en Vinicius, otro jugador acabó siendo el protagonista negativo del encuentro por un asunto racista. El joven Peter Federico, joven futbolista de ascendencia dominicana, jugador del Valencia en calidad de cedido y propiedad del Real Madrid, se convirtió en el foco de ataques racistas en redes sociales tras el partido. La situación se desencadenó después de una acción ofensiva del jugador contra su exequipo en los últimos minutos del choque. Un lanzamiento cercano al área rival que rozó el travesaño provocó una efusiva reacción por parte de Peter, que pidió a Mestalla que apretase más, un gesto que no fue bien recibido por algunos seguidores madridistas.
La avalancha de mensajes de odio y racismo llevó a Peter Federico a cerrar los comentarios en sus redes sociales, en un intento por protegerse del acoso virtual. El jugador, formado en la cantera del Real Madrid y debutando en el primer equipo blanco antes de su cesión al Valencia, se vio envuelto en una situación desagradable después de expresar su emoción en el campo.
El propio Valencia CF y LaLiga han tomado cartas en el asunto y han denunciado lo ocurrido, esperando que se tomen medidas al respecto. Quien todavía no ha dicho nada es Vinicius, proclamado socialmente como el abanderado contra el racismo en LaLiga. Mientras se escribía este artículo, el brasileño del Real Madrid aún no había lanzado ni un solo mensaje de apoyo hacia su compañero de profesión y, hasta hace unas semanas, de vestuario en el conjunto blanco.
Una vez más, el duelo entre el Valencia y el Real Madrid volvió a dejar en evidencia tanto la pasión como la oscuridad que a veces en torno al fútbol, así como la hipocresía que rodea a este otro 'Gran Circo', tal y como llaman a otro deporte como la Fórmula 1.
